Calmando necesidades.
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Calmando necesidades.
Las cosas no habían empezado bien en mi primer día en el lugar nuevo. Mientras arreglaba algunas cosas había dejado caer de la mesa una caja que contenía las pocas cosas de vidrio que poseía, como vasos y platos. No hizo falta que abra la caja para darme cuenta de que todo había quedado hecho pedazos... genial. Tampoco necesitaba de todos ellos, después de todo vivía sola, pero al menos una cosa de cada una eran necesarias si no pretendía comer encima del mantel... sería una actitud demasiado inhumana y si alguien me viese pensaría que era un animal... bueno, aunque no estarían lejos del todo en cuanto a ésa hipotesis.
Y para peor mi estómago comenzó a hacer ruido. Lo normal hubiese sido dirigirme a la heladera y tomarme el resto del día luego de tener un apetitosos almuerzo... el único problema era que la heladera estaba vacía. Fuí hasta la sala y tomé mi billetera, disponía de poco dinero, y antes de que se acabe necesitaba conseguir un empleo o terminaría en la ruina.
La solución era salir de la casa y buscar algún lugar para comer, además de otro en dónde podría reponer las cosas rotas, o al menos una minima parte de ellas. Tomé las llaves de mi moto, un abrigo y salí a buscar mis necesidades... era extraño tener ésa libertad, en el colegio no nos permitían simplemente salir y tomar el camino que quisieramos, y quizás por ésa razón ahora me encontraba algo desconcertada, sin saber qué camino debía tomar.
Seguí a la mayoría de los autos, entonces llegué al pueblo... genial, allí conseguiría todo lo que necesitaba.
Las cosas rotas podía esperar, y mi estómago no, así que dejé estacionada la moto y luego de asegurarla comencé a caminar en busca de un lugar que pueda calmar mis necesidades.
Y para peor mi estómago comenzó a hacer ruido. Lo normal hubiese sido dirigirme a la heladera y tomarme el resto del día luego de tener un apetitosos almuerzo... el único problema era que la heladera estaba vacía. Fuí hasta la sala y tomé mi billetera, disponía de poco dinero, y antes de que se acabe necesitaba conseguir un empleo o terminaría en la ruina.
La solución era salir de la casa y buscar algún lugar para comer, además de otro en dónde podría reponer las cosas rotas, o al menos una minima parte de ellas. Tomé las llaves de mi moto, un abrigo y salí a buscar mis necesidades... era extraño tener ésa libertad, en el colegio no nos permitían simplemente salir y tomar el camino que quisieramos, y quizás por ésa razón ahora me encontraba algo desconcertada, sin saber qué camino debía tomar.
Seguí a la mayoría de los autos, entonces llegué al pueblo... genial, allí conseguiría todo lo que necesitaba.
Las cosas rotas podía esperar, y mi estómago no, así que dejé estacionada la moto y luego de asegurarla comencé a caminar en busca de un lugar que pueda calmar mis necesidades.
Liese Diermissen- Cantidad de envíos : 13
Localización : Argentina
Fecha de inscripción : 28/05/2009
Re: Calmando necesidades.
Estaba con hambre y no queria comer en mi casa
comence camianr haber si encontraba un lugar para comer del pueblo de la push
entre en un bar y me sente en una mesa
a esperar que el mozo me trayera la carta del menu
comence camianr haber si encontraba un lugar para comer del pueblo de la push
entre en un bar y me sente en una mesa
a esperar que el mozo me trayera la carta del menu
Erick Rusell- Cantidad de envíos : 1144
Edad : 34
Localización : Buenos Aires
Fecha de inscripción : 25/04/2009
Re: Calmando necesidades.
Pasé por varios lugares antes de toparme con el indicado. La comida rápida no me gustaba, nunca me había gustado. Comida china... me agradaba, pero los precios no estaban a mi alcance por el momento, era demasiado gasto inutilmente. El lugar perfecto fue un pequeño lugar de comida "normal", de ésa que sueles comer en tu casa cualquier día de la semana.
Era la primera vez que salía del país, y la primera vez que tenía contacto con personas del extrangero con otro idioma de por medio, por lo que tendría que poner lo mejor de mi para hablar fluído un idioma que no era alemán... bien, éso no podía ser tan difícil, en las clases de idioma del colegio siempre nos habían exigido mucho y sería estúpido de mi parte no saber hablar.
Entré al lugar y lo recorrí con la vista... lleno, éso me indicaba que ése no era mi día o quizás el lugar estaba conspirando en mi contra, era una agradable bienvenida de su parte, comenzaba a amarlo. Miré mi reloj, eran las doce y media del mediodía, era comprensible, además el lugar era un cuadrado de dos por dos, me extrañaba que las personas no desborden por la ventana de tan pequeño que era.
Un mozo se acercó a mi cuando me vió parada en la entrada tratando de encontrar un lugar vacío. Lo miré casi de reojo, y juré que si me decía que por el momento no tenían lugar y que por eso tendría que irme lo mandaría al... demonio.
-buenos días señorita, lamento que tendrá que esperar si es que busca una mesa -me dijo, y por suerte en un tono amable. Pobre de él si me hubiese tratado de mala forma. Traté de dirigirle una sonrisa, aunque se notó que fue forzada.
-esperaré, danke... gracias -dije y esperé a que se vaya. Me quité el abrigo, comenzaba a hacer calor allí dentro, y me pregunté por cuánto tiempo estaría dispuesta a esperar cuándo tenía hambre... quizás más de lo que pensaba.
Era la primera vez que salía del país, y la primera vez que tenía contacto con personas del extrangero con otro idioma de por medio, por lo que tendría que poner lo mejor de mi para hablar fluído un idioma que no era alemán... bien, éso no podía ser tan difícil, en las clases de idioma del colegio siempre nos habían exigido mucho y sería estúpido de mi parte no saber hablar.
Entré al lugar y lo recorrí con la vista... lleno, éso me indicaba que ése no era mi día o quizás el lugar estaba conspirando en mi contra, era una agradable bienvenida de su parte, comenzaba a amarlo. Miré mi reloj, eran las doce y media del mediodía, era comprensible, además el lugar era un cuadrado de dos por dos, me extrañaba que las personas no desborden por la ventana de tan pequeño que era.
Un mozo se acercó a mi cuando me vió parada en la entrada tratando de encontrar un lugar vacío. Lo miré casi de reojo, y juré que si me decía que por el momento no tenían lugar y que por eso tendría que irme lo mandaría al... demonio.
-buenos días señorita, lamento que tendrá que esperar si es que busca una mesa -me dijo, y por suerte en un tono amable. Pobre de él si me hubiese tratado de mala forma. Traté de dirigirle una sonrisa, aunque se notó que fue forzada.
-esperaré, danke... gracias -dije y esperé a que se vaya. Me quité el abrigo, comenzaba a hacer calor allí dentro, y me pregunté por cuánto tiempo estaría dispuesta a esperar cuándo tenía hambre... quizás más de lo que pensaba.
Liese Diermissen- Cantidad de envíos : 13
Localización : Argentina
Fecha de inscripción : 28/05/2009
Re: Calmando necesidades.
estaba esperando que el mozo me tragiera mi menu,pero no lo hacia me canse de esperar y fui a hablar con el
mientras q estaba una chica al aladod e el pareceria que no tenia mesa
disculpame ,hace un buen rato que estoy esperando el menu
oh si señor ahora se lo llevo-dijo el mozo
la chica me miro y ya se desocupo una mesa
no señora aun no
la mire y ,me presente hola soy erick rusell y como solo si quieres puedes sentarte en mi mesa conmigo
mientras q estaba una chica al aladod e el pareceria que no tenia mesa
disculpame ,hace un buen rato que estoy esperando el menu
oh si señor ahora se lo llevo-dijo el mozo
la chica me miro y ya se desocupo una mesa
no señora aun no
la mire y ,me presente hola soy erick rusell y como solo si quieres puedes sentarte en mi mesa conmigo
Erick Rusell- Cantidad de envíos : 1144
Edad : 34
Localización : Buenos Aires
Fecha de inscripción : 25/04/2009
Re: Calmando necesidades.
Comencé a impacientarme, por momentos golpeaba con la planta de mi pie sobre el piso y cambiaba la pierna con la que me apoyaba a cada segundos, y de momentos suspiraba. Mi rostro ya no se preocupaba en mostrar una sonrisa, era absurdo. Miraba a las personas que almorzaban, tranquilos y sin prisa. Claro, nadie diría "me apresuraré, la pobre chica que está parada allí como un adorno se ve hambrienta".
Una mesa parecía haberse desocupado, pero... no. Miré al chico que se dirigía hasta el mozo, entonces escuché algo sobre el menú. Pero no me preocupé en continuar escuchando la conversación, pensando en que aquél chico pediría su almuerzo y sería feliz... cosa que yo no podía hacer. Sí, quizás era impaciente.
Entonces él se acercó y me habló. Sí, tendría que estar hablando conmigo porque yo no veía a nadie más cerca. Lo miré, había dicho su nombre e inmediatamente mi mente pensó lo raro que se veía que dos personas se pongan a hablar y presentarse de la nada en medio de un restaurante. Pero entonces me di cuenta de que tenía otras intenciones, y podría decirse que era más amable que todos los demás que ni siquiera habían notado mi presencia.
Generalmente no me ponía a hablar con desconocidos... pero hoy haría una excepción. Si me ponía a pensar todo sería desconocído, acababa de llegar al lugar y era el momento de empezar a conocer gente, ver qué tipos de personas escondía La Push.
Sonreí amablemente al chico y asentí agradecida.
-claro, me harías un gran favor, muero de hambre -dije y me dirigí a la mesa de dónde él había provenido. Dejé mi abrigo y me senté, esperando que el mozo traiga el menú que el chico, Erick, decía haber esperado tanto.
-lo siento, no me presenté. Me llamo Liese -dije, quizás mi acento no era de lo mejor, pero con el tiempo lograría despegarme de los restos de alemán que quedaban en mis palabras.
Una mesa parecía haberse desocupado, pero... no. Miré al chico que se dirigía hasta el mozo, entonces escuché algo sobre el menú. Pero no me preocupé en continuar escuchando la conversación, pensando en que aquél chico pediría su almuerzo y sería feliz... cosa que yo no podía hacer. Sí, quizás era impaciente.
Entonces él se acercó y me habló. Sí, tendría que estar hablando conmigo porque yo no veía a nadie más cerca. Lo miré, había dicho su nombre e inmediatamente mi mente pensó lo raro que se veía que dos personas se pongan a hablar y presentarse de la nada en medio de un restaurante. Pero entonces me di cuenta de que tenía otras intenciones, y podría decirse que era más amable que todos los demás que ni siquiera habían notado mi presencia.
Generalmente no me ponía a hablar con desconocidos... pero hoy haría una excepción. Si me ponía a pensar todo sería desconocído, acababa de llegar al lugar y era el momento de empezar a conocer gente, ver qué tipos de personas escondía La Push.
Sonreí amablemente al chico y asentí agradecida.
-claro, me harías un gran favor, muero de hambre -dije y me dirigí a la mesa de dónde él había provenido. Dejé mi abrigo y me senté, esperando que el mozo traiga el menú que el chico, Erick, decía haber esperado tanto.
-lo siento, no me presenté. Me llamo Liese -dije, quizás mi acento no era de lo mejor, pero con el tiempo lograría despegarme de los restos de alemán que quedaban en mis palabras.
Liese Diermissen- Cantidad de envíos : 13
Localización : Argentina
Fecha de inscripción : 28/05/2009
Re: Calmando necesidades.
no veia la hora de comer ella acepto
queria comer y irme de este lugar
ella se presento se llamaba lisie
la mire y le pregunte eres nuevano?nunca te habia visto aqui
queria comer y irme de este lugar
ella se presento se llamaba lisie
la mire y le pregunte eres nuevano?nunca te habia visto aqui
Erick Rusell- Cantidad de envíos : 1144
Edad : 34
Localización : Buenos Aires
Fecha de inscripción : 25/04/2009
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