Time.. tell me the truth..

Creo que no recordaba con exactitud todo lo que había pasado en este ultimo tiempo, había dejado de tener contacto con Keith ya que él estaba determinado a irse por algún tiempo a la universidad, lo cual me devolvía a el estado en que estaba cuando había llegado, sola y perdida. El soltar un suspiro era inevitable en estos momentos, mientras volvía a caminar por las frías calles del centro de la ciudad que por lo menos para mi, había sido olvidada por algunas semanas, debido a mi.. accidente. Debo admitir que el tan solo intentar recordar lo que había sucedido en el bosque aquella tarde, me hacia doler la cabeza, hacia que mis ojos se cerraran completamente y que extrañamente.. viera en medio de la oscuridad, un par de ojos rojos.. miradome.. acechándome, algo que me hacia pensar que estaba dentro de una pesadilla.

- Nunca antes podría imaginarme que iba a quedar en coma luego del accidente. Pero a quien engaño, ni siquiera yo tengo idea alguna de lo que verdaderamente sucedió – dije finalmente mientras seguía caminando por las congeladas calles, notando como los niños que estaban en el parque de la calle de enfrente jugaban con la nieve, notando como ellos disfrutaban de todo aquello que en NY no pude tener gracias a los caprichos y sueños que mis padres tenían para mi. – Creo que ahora tan solo me queda recorrer todo un camino sola, pero con cuidado – dije susurrando para mi misma mientras me detenía un momento a mirar en las vitrinas de las tiendas del pueblo, viendo aquellas lámparas y adornos que tanto me habían gustado la primera vez que había llegado a este pueblo que se le conocía como la “ Aldea del Invierno ” tan solo por notar como el sol nunca se asomaba por el cielo.
Otro inevitable suspiro salio de mis labios mientras delicadamente bajaba mi mirada, sintiendo el aroma del café recién preparado de la tienda que había en la esquina, una tienda que generalmente pasaba un tanto llena, pero que ahora extrañamente estaba un tanto vacía. Tal ves era por la hora, pero la verdad me importaba poco y nada, ya que el misterio de mi accidente todavía acechaba en mi mente con cierta fuerza. “ Es mejor olvidarlo Sam ” dijo mi mente sin vacilar mientras permanecía inmóvil en la calle mirando hacia enfrente para ver como todos los niños jugaban y gritaban de alegría tan solo por sentir la fría nieve en sus manitos, y por supuesto, por ver como les llegaba esta nieve a la cara de sus amigos.

¿Tendría razón mi mente? ¿ Sería mejor olvidar todo y dejar que pase?, la verdad no quería saber, el tan solo querer recordar algo de aquel día que llegue al hospital y quede en coma por 3 semanas.. me colocaba triste y me hacia desear volver el tiempo atrás para tan solo.. no haber ido al bosque. Moví mi cabeza por breves momentos para alejar aquellos pensamientos que tan solo me querían bajar el ánimo, debía estar alegre por haber despertado y sobretodo, por no haber muerto en el accidente. Solté un ultimo suspiro de alivio mientras seguía viendo a lo niños jugar, - Creo que esto será un nuevo comienzo.. – dije sonriendo, dejando ya de lado todo aquellos recuerdos y dando gracias de que ahora, tenia una segunda oportunidad para hacer la cosas bien.

Sentía ligeramente su aroma por todo el aire, aunque dude la mayoría de las veces tan solo por confundir su aroma con su perfume. A paso ligero comencé a caminar por las frías calles del pueblo llamado Forks, en donde ella se había ido para aclarar su mente según decían los contactos de mi madre. Me di cuenta enseguida que algo no andaba bien en ella, su cabello.. sus ojos, ella estaba cambiada de alguna manera, algo le había sucedido, pero para mi seguía siendo la frágil muchacha de Yale.

Quería estar cerca de ella nuevamente, pero había pasado tanto tiempo, desde que.. bueno, desde que le dije aquellas mentiras para que se alejara de mi y se olvidara de mi persona. El tan solo volver a verle hizo que apretara mis labios de manera incontrolable, como si extrañamente ella tuviera una clase de hechizo que estaba especialmente dedicado a mi. - No quiero asustarla - dije en medio de la gente mientras notaba como ella permanecía quieta en medio de la calle, al parecer mirando como los niños jugaban y se lanzaban bolas de nieve.

- Samantha.. - dije susurrando, mientras metía mis manos en mis bolsillos y soltaba un repentino suspiro y seguía caminando por la calle, sin dejar de mirarla, sin dejar de pensar en si debía acercarme ahora para saludarla y tan solo decirle.. que lo sentía.

Debo admitir que me sentía complemente triste, por el simple hecho de no saber a que demonios había venido a este pueblo, ya que simplemente había pensando en que debía cambiar mi forma de ser para poder.. relacionarme mejor con los que me rodeaban. Pero al final, todo termino en caos, por el simple hecho de haber casi muerto al haber ido a merodear por el bosque y por la simple razón de que extrañas cosas sucedían en este pueblo, pero nadie daba explicaciones de lo que sucedía.

Solté un suspiro involuntario, - Tal ves, debería devolverme a NY – dije susurrando mientras me sentaba en una banca que estaba cerca mío, que estaba completamente blanca por el simple factor de la nieve, que comenzaba a caer por montones a medida que pasaba el tiempo en el pueblo. “ No tomes decisiones apresuradas ” dijo mi mente sin vacilar mientras seguía sentada en la banca, mirando como la gente pasaba caminando por enfrente mío.
Pero una figura muy peculiar hizo que moviera mi cabeza por breves momentos para intentar volver a mis cabales. Era una figura que me resultaba.. familiar, pero que no lograba recordar, que me hacia sentirme triste y un tanto enojada, que hacia que mis puños se apretaran de manera rápida y que apretara mis labios de forma involuntaria.

Vagos recuerdos volvían a mi mente, y aunque me esforzaba para ver su cara y pasar desapercibida en medio de la gente del pueblo, no lograba conseguir una imagen de su cara.. algo clara, ya que me daba cuenta de que aquella persona bajaba su cabeza y caminaba por la calle de enfrente.

Observe delicadamente a Samantha, ya que al parecer ella se había dado cuenta de mi presencia, o tal ves pensaba que tan solo estaba alucinando. Se me había escapado una ligera risa en esos momentos, de tan solo imaginarme que ella pensaba que yo probablemente era una ilusión óptica o un mero reflejo. Y fue en ese minuto que sentí como el tiempo se detenía, y pude ver nuevamente aquellos ojos azules que tanto extrañe, aquellos ojos que en su momento fueron solo míos y que siempre estaban atentos a mis acciones.

Un suspiro se escapo de la nada, - Samantha.. - fue lo único que se escapo de mis labios en esos momentos mientras seguía con mis manos en mis bolsillos y seguía mirando a Samantha, seguía intentando controlarme para no asustarla. Pero que podía hacer, había llevado años vigilándola y cuidándola, aunque permanecía en las sombras, ocultando mi afecto y mi dolor por haberle mentido y haberle dejado.
Seguí mi camino, cruzando la calle para dirigirme lentamente hacia ella, para poder notar como ella no me quitaba los ojos de encima y para darme cuenta de cómo movía su cabeza levemente, lo cual me indicaba enseguida que ella estaba pensando que era una mera ilusión.

Baje nuevamente mi mirada, sintiéndome apenado por dentro al ver que mi valentía no estaba conmigo en estos momentos precisamente, y lo único que podía decir en susurros y murmuros, era su nombre.

¿ El fantasma de la navidad ?, claramente no podía ser, aunque la idea se paseo varias veces por mi mente con la intención de hacerme entrar en el territorio donde el miedo era capaz de controlar mi cuerpo. Cerré mis ojos por breves momentos al pensar que tan solo se trataba de una ilusión y que todo iba a pasar en un momento, pero al abrir mis ojos me había dado cuenta de que aquella persona que estaba en la calle de enfrente, ya no se encontraba.

Solté una risa, - El frío me esta afectando mucho.. – dije mientras apretaba mis labios y misteriosamente volvía a recordar.. a ese personaje, volvía a recordar lo que había sucedido, lo que me había dicho.. todo. Un sentimiento de furia y tristeza estaba comenzando a surgir dentro de mi de tan solo recordarle, pero no sabía porque no podía llorar, ni siquiera mostrar mi rabia, algo que era completamente frustrante para mi y que hacia que pidiera por favor el olvidar esos recuerdos de mi pasado. “ ¡ Olvídalo ya Samantha ! ” grito mi conciencia mientras permanecía sentada en la banca, mirando hacia todos lados con la intención de perder la mayoría del tiempo en este lugar, ya que.. no tenia nada mejor que hacer en casa, además de colocarme a pensar en si me iría de este pueblo para volver a mi rutina en NY.

Reí al escuchar sus pensamientos, de verdad al parecer ella estaba un tanto confundida, tan solo hacia falta el escuchar sus pensamientos para darse cuenta que de verdad había creído todas aquellas mentiras que le había dicho en el pasado.
Y de una forma u otra, comencé a caminar hacia ella, con mi mirada fija en sus ojos, pero al parecer ella no se había dado cuenta de mi presencia, no podía estar seguro de ellos. Fue entonces que para no asustarla demasiado, me fui por dentro del parque para poder acercarme a su banca y así.. intentar hablar con ella, aunque dudaba que funcionara.

Seguí caminando por dentro del parque hasta que pude acercarme un poco mas a ella, podía sentir el aroma de su perfume desde el lugar en donde estaba, y mis ojos se abrieron rápidamente al haber sentido aquel aroma. Ya que el aroma era de.. el perfume que le había regalado.. el día antes de decirle aquella mentira, y no podía creer que ella lo estuviese ocupando. Aunque no estaba seguro, tal ves era tan solo el vago recuerdo del pasado, un pasado que me torturaba cada ves que la veía.

Cerré mis ojos por breves momentos, no quería volver a imaginarme lo que había visto hace poco, ya que además estaba ocupando el mismo perfume que el me había regalado, el mismo perfume que me había dado el día anterior que rompió mi corazón con aquellas palabras y luego con aquella noticia que hizo que mi corazón se estremeciera en aquellos días.

Pero luego quede paralizada al ver hacia atrás, al ver que.. no, no podía ser cierto, era un juego mental por culpa del frío. – No eres real.. – dije riendo un tanto nerviosa, mientras volvía a mover mi cabeza ahora un poco mas rápido, con la intención de borrar la imagen que tenia enfrente de mi. – Es solo una ilusión.. – dije bajando mi mirada y soltando un leve suspiro de dolor, al comenzar a recordar todas las cosas que había vivido con Chris en el pasado.

- Si lo soy.. - dije susurrando mientras me acercaba a ella, al parecer sus labios estaban diciendo otras palabras, no pude ver muy bien ya que mi mirada bajo un poco para poder darme valor de verla nuevamente, aunque el miedo nuevamente quería hacerse presente en mi, haciéndome de seguro escapar del lugar.

Al parecer ella aun seguía.. con las estupidas mentiras que tuve que decirle yo y mi familia, que hicieron que su corazón se rompiera y que de seguro me odiara y me olvidara de un día para otro. - Samantha, soy yo.. - dije acercándome a ella, levantando mi mirada para posarla solo en ella, aunque de verdad creía que ella se iría solamente por el susto, pero había notado como al parecer esta paralizada.

De verdad era el fantasma de la navidad, de verdad en estos mismos momentos quería escapar de este lugar para ir a encerrarme a mi casa, para tan solo encerrarme en mi habitación y pensar que todo esto era un mal sueño, que todo esto era la falsedad mas grande de toda la vida.

Seguía mirando fijamente a la imagen que para mi era una ilusión, - Christian.. – dije susurrando mientras una de mis manos se iba a mi boca apenas aquellas palabras salían de mi boca, reteniendo lo que podía ser un grito seguro de tan solo ver a aquella figura. Saque lentamente la mano de mi boca, para mover mi cabeza con rapidez y decir en un susurro, - Tu no eres real.. – mientras bajaba mi mirada con cierta delicadeza y elegancia, para luego levantarme y soltar un suspiro de dolor.

Quería abandonar el lugar, quería dejar el parque y encerrarme en mi habitación. No podía soportar la idea de ver lo que podía ser el fantasma de Christian, ya que ni yo misma le pude perdonar desde el momento en que me dijo aquellas horribles cosas en NY. Y sin pensarlo dos veces, camine con rapidez hacia mi auto, para poder dejar de una vez por todas el parque y para llegar a casa.. y poder simplemente olvidar.

Mire un tanto apenado a Samantha, culpándome a mi mismo por todas aquellas cosas que le había dicho en el pasado. - Soy real.. estoy frente a ti.. - dije susurrándole con cierto dolor, ya que sabía que lo mas probable era que no me creyera, que pensara que todo es una pesadilla, y huyera..

Por un momento pensé en tomarla del brazo y llevármela a un lugar algo mas cómodo, pero sabia que así ella se espantaría mucho mas y tal ves comenzaría a gritar tan solo por pensar que se había vuelto loca. Pero no pude aguantar, y comencé a acercarme mas a ella con el fin de sentir tan solo el calor de su piel, - Sam.. - dije mostrándole una sonrisa mientras delicadamente me comenzaba a acercar a ella.

Pero ella se había levantando de la banca, estaba quieta, no sabia exactamente si seguía paralizada por lo que había sucedido, o simplemente quería pensar que era un mal sueño. Un suspiro escapo de mis labios antes de que pudiera decir algo, pero luego le dije mirándole, - Soy real.. - mientras me quedaba parado a una distancia considerable de ella.

Moví mi cabeza nuevamente de tan solo escuchar aquellos susurros, de tan solo pensar que podía ser cierto esto, de tan solo.. imaginarme que esto era la realidad. Apreté mis labios de tan solo volver a escuchar aquellos susurros que decían mi nombre, - Basta.. – dije susurrando, un tanto triste mientras me esforzaba por no comenzar a derramar lagrimas tan solo por los recuerdos que atormentaban mi mente de manera salvaje.

- ¡ Tu estas muerto ! – grité sin aguantar más, para luego mirar hacia mi lado y notar que aquella imagen estaba ahí, de tan solo ver el “ espectro ” de Christian a tan solo pasos míos, que me miraba con cierta delicadeza, la misma que recordaba de él. – Estas muerto… - dije ahora sintiendo como mis calidas lagrimas bajaban por mis mejillas, y notando como la gente al parecer se había exaltado por mi grito.

- Tus padres me lo dijeron.. – dije derramando lagrimas, mientras miraba fijamente a lo que parecía el recuerdo de Chris, intentando contener toda aquella rabia y tristeza que me hizo daño en el pasado, y que ahora.. quería resurgir. - ¡ Déjame en paz ! – grité por ultima vez, para luego tomar mi bolso y comenzar a correr por el parque, intentando controlar mis emociones y haciendo el esfuerzo para llegar lo mas rápido posible a mi auto, o tan solo para correr a casa.

Nada me podía tener preparado para lo que escuche a continuación, y para luego ver como ella tomaba su bolso y se iba del lugar, dejándome completamente helado ante sus palabras. ¿De verdad aun me recordaba por todas aquellas mentiras?, creo que esa seria la pregunta correcta para esta situación, sobretodo al ver la cara que ella había puesto y además por notar que, unas lagrimas se habían comenzando a deslizar por sus mejillas.

No sabía que hacer en estos minutos, y lentamente comenzaba a recordar las palabras que me habían dicho mis padres antes de comenzar mi viaje, cuidando a Samantha. “ La esperanza, puede volverse en una misteriosa obsesión ” fue lo que había dicho mi padre ese día en la biblioteca, y no pude evitar el sentarme en la misma banca en donde estaba ella, y sentir el aroma del perfume que le había regalado.

Miré al cielo y dije susurrando, - Debo decirle la verdad, no me perdonare nunca si decide no verme mas.. - mientras me levantaba de la banca y intentaba seguir el rastro de ella, para poder llegar a su nueva casa y.. hablar con ella.

Colorin Colorado, esta escena ha acabado :B!