Isabella Menichetti

por **Administracion** Vie Jul 24, 2009 7:43 pm

ISABELLA MENICHETTI

Isabella Menichetti Nno286

Nombre: Isabella Menichetti
Raza: Vampira Nómada
Edad: 351 Años (Fue transformada a los 19 Años)
Lugar de Orígen: Roma, Italia
Poderes: Dementación, basicamente es canalizar la locura que todo ente tiene, concentrarla y verterla sobre los demas. Auspex, si los sentidos vampiricos son realmente agudos, con esta habilidad se puede sentir más allá de lo que esta "a simple vista" o en las mentes de los demás. Nigromancia, basicamente controlar las almas de los muertos pudiendo reflejar en los ojos de un cadaver o vampiro lo ultimo que contempló antes de morir hasta maniplar el alma de un no-vivo.
Avatar: Amy Lynn Lee Haztler

Corria el año 1658 de la era cristiana, en mi natal Italia el clima político era muy movido. Las revoluciones anti-hispanas que querian librarse del yugo en que nos mantenia la Corona de Aragón Española eran intensas. Mas yo me mantenia alejada de esos temas, tenía 19 años, solo me importaba que mi matrimonio se celebrase y que no hubiese contratiempo. Mi novio, de quien casi ya no tengo recuerdo era militar, algo que le agradó a mi padre de inmediato. Yo lo amaba más que a mi propia vida, algo que descubriria despúes que era verdad.

Tres semanas antes del matrimonio, él fué llamado por sus superiores, debia viajar a Nápoles, al lugar más peligroso para los militares en esa epoca. Algo en mi antiguo corazón humano me dijo que nunca debió haber viajado ahi.
Mis nervios eran casi incontrolables, no habia tenido noticias de él en días, convencí a mi hermana que viajaramos a su encuentro. Llegamos demasiado tarde, él estaba tirado en una camilla agonizando, habia sido traicionado por mi padre. Mi bastardo padre habia finjido su cariño por mi amado, solo para conseguir que él le firmara un documento en el cual me dejaría todo si algo le pasase, y como yo era mujer, mi padre estaría a cargo de "mantenerme" y de manejar todo, ese bastardo avaricioso. Mi padre quería que me casase con un asqueroso a cambio de más dinero. No pude soportar la idea de verlo morir a mi lado, caí en desesperación y descontrol, él antes de morir dijo - busca a Kazim, él te ayudará... te amo - Ya no había nada que me retuviese en la tierra el dolor de la soledad me agobió. Me mantuvieron meses en mi habitación por haber intentdo matar a mi padre. En la ciudad se decía que me habia poseido el demonio, que estaba loca, que era una asesina, que yo lo habia mandado a matar para quedarme con todo. Malditos, les encantaba la idea de verme sufrir.

Meses despúes escapé de casa, busqué y busqué por todas partes a Kazim pero nadie lo conocía. No había rastro alguno. Mi esperanza se habia desvanecido, hasta que una fria y lugubre noche de luna nueva él apreció antes mi. Había llorado a mares como todas las noches antes de quedarme dormida al costado de una catedral en Roma. Él se me acercó y me despertó, era hermoso, alto, rubio de ojos verdes, corpulento, se sacó su capa y la colocó en mi espalda - Hey hermosa damisela, no deberia estar aqui en una noche como esta - dijo mientras me ponia en pie y me llevaba al interior de la catedral, ahí estaba reconfortante. - sientate querida, quiero conversar contigo- dijo mientras me invitaba a sentar, como una muerta en vida me senté y miré hacia el cristo que estaba tras el altar. - maldito bastardo, me dejaste sola, dejaste que el muriera... gemí entre lagrimas, mi acompañante rió y me dijo - oh querida, no te ha dejado sola... acabas de encontrar lo que buscabas, me acabas de encontrar, yo te ayudaré..- voltee mi rostro hacia él y quede petrificada, habia encontrado a Kazim cuando ya no tenia esperanzas... ¿pero, cómo me ayudaria él? pensé y el se rió a carcajadas como si hubiese escuchado mi pensamiento, oh bien, claro que lo escuchó pero en ese momento no lo sabía.
-Alguien te habia ciomentado que hueles exquisito...- dijo mientras recorria mi cuerpo con su mirada, estaba sucia, y desnutrida, como podria oler bien para él. Bueno, se acercó a mi, y con sus brazos me sostuvo, intenté defenderme pero luego de unos segundos el miedo había desaparecido. Unos momentos más tarde sentí un fuego abrazador, mi cuerpo ardia en llamas y era interminable. No supe cuant tiempo pasó pero el fuego se fué apagando poco a poco.

Desperté en aquella misma catedral, Kazim se encontraba a mi lado. Pero un olor irresistible llamaba mi atención. No habia sentido nada igual antes. Aunque nunca me habia sentido tan bien antes a pesar de un dolor punzante en mi garganta. Kazim acercó ese olor para mi, era sangre humana. Deliciosa sangre humana. La probé sin pensar y la quemazón se fue apagando lentamente.
Unas semanas despúes comprendía todo lo que habia pasado. Era una Vampira, me habian escogido por mi sed e venganza y mi habilidad natural para ser miembro del Circulo Interior. Aprendí todo bastante rapido. Tanto asi que mi creador estaba sorprendido y maravillado.
Conocí a todos los miembros del Circulo solo unos pocos meses despúes de comenzado mi entrenamiento, una en especial llamó mi atención, Wihelmina Lern, era tratada aun con más respeto que el mismo lider, Keathon, lo tenia todo pero tan solo era una niñita mimada.

Pero yo tenia cosas por hacer, tendría que volver a mi casa y matar a mi padre, no podría seguir adelante sin resolver ese tema.
Mi familia creía que yo habia muerto, si bien era asi, no habia desaparecido. El rostro de mi padre pidiendo, suplicando mi perdón fue la mayor gratificación que pude haber tenido, poco a poco lo desmembré. Pidió perdón para lo que había echo, pero eso no bastaba para mi. Ya no tenia lo que más me imprtaba y no había forma de recuperarlo.
MI padre sufrió mucho, su alma jamás descansará en paz, pues esta atada a mi, nunca la liberaré vivirá una eternidad consumiendose en su dolor, reviviendo repetitivamente los momentos antes de que su debil cuerpo humano no soportara más dolor.

Por los siglos restantes mi unico afán aha sido demostrarle al mundo que no hay nadie mejor que yo, Kazim, desapareció hace siglos abrumado por la culpa del mounstro que habia creado esa noche. Keathon esta temeroso de cuan lejos puedo llegar, pero siempre hubo alguien a quien no pude derrotar, ella. No descanzaré hasta que ella se postre a mis pies, suplicando por su existencia.

Han pasado 351 años desde mi conversión y ya no hay nada que importe mas que yo misma. No tengo nada más que mi propia existencia, una que nadie jamás olvidará. De mi familia humana no supe más, mis hermanas y madre no fueron preocupación para mi luego del incidente. La muerte es solo el comienzo..