Ryoshirith Van Drannt

Nací y me crié en una lejana región a la que los geógrafos llaman Finlandia; hermoso y apartado país desconocido para la mayoría de los que se consideran cultos. Los pobladores del Sur de imaginan que esta tierra nórdica es desierta e inhóspita, que quienes en ella habitan son salvajes que se visten con pieles de animales selváticos y que, más que hombres libres, son esclavos del paganismo y la superstición. Semejante idea no puede ser más absurda.

Nací en una familia de dinero, por ende siempre me daban de todo. Pero, mi familia tenía un gran secreto… El cual nunca debió salir a la luz. A mis 15 años, mi vida era feliz, todo tan hermoso en mi vida, Hasta que ocurrió aquel accidente… NO... No fue accidente, fue provocado. Mi madre, mi amada madre, fue asesinada en mi casa, por unos malditos y asquerosos bandidos... Lo mas cruel de todo, fue que yo, tuve que ver toda la muerte de mi madre, como la golpearon, torturaron, para luego propasarse sexualmente de ella, hasta terminar quemándola. Todo, frente a mis ojos. Se dieron a la fuga al inmediatamente, y como era lógico nadie pudo dar con ellos. Así paso el tiempo, y mi rabia e ira, se hacían cada día más y más grande. Pero claro, frente a mi padre, no podía mostrar
aquellos sentimientos. Cada noche soñaba lo mismo, a mi madre siendo asesinada y luego de eso, un gran lobo color gris, pelaje brillante, con el dorso un tono gris más claro, y ojos rojos. Cada noche lo mismo, cada noche despertaba con lágrimas en mis ojos, y con la ira a flor de piel.

Una tarde de invierno, fría como era de costumbre en mi país, encontré el mejor placer de mi vida. A los malditos bastardos que osaron asesinar a mi madre. En ese momento, no pensé, pero claro quien lo hacia. Una chica de 19 años, hermosa, alta, cabello un tono gris azulado, bastante largo y ojos azules. Definitivamente era algo digno de admiración. Era de esperarse, estos asquerosos humanos, trataron de sobrepasarse conmigo, pero sabia defenderme sola.., La rabia, la ira, el dolor, y la pena, comenzaron a brotar de mi, tan fluidamente, tan en sincronía, tan simétricamente. Estaba completamente en resonancia conmigo misma.

Y en ese momento, paso lo que quizás nunca debió pasar. Pero paso. Mi cuerpo comenzó a convulsionar y sentí como todo mi cuerpo cambiaba, era una verdadera “metamorfosis” Hasta que por fin, me convertí en ese hermoso lobo gris y ojos rojos que tanto soñé. Mi rabia, se hizo una conmigo y realice todas y cada una de las mismas torturas a la cual fue sometida mi madre. Hasta que, uno por uno, fui arrancando sus cabezas de sus cuerpos, y aplastándolas contra las piedras. Por fin, luego de largos cuatro años, mi madre fue vengada.No me costo volver a ser humana. Estaba feliz, luego de cuatro años volvía a sonreír.

Le conté lo sucedido a mi padre esa misma noche, y el me contó la historia de mi familia. Y todas las historias de mi país, las cuales pensaba que eran solo historias mitológicas eran verdad, era descendiente directo de uno de los más valientes y más fuertes guerreros de mi país. Fenrir de Alioth Epsilon. El guerrero quien fue criado por una manada de lobos, y al cual, los lobos obedecía fielmente. Yo era descendiente de este clan, en mi sangre corría sangre de lobos, a lo cual, ahora seria denominada “licantropa”. Luego de un tiempo decidí salir de mi país, e investigando, averigüe que en el pueblo Quileute, ubicado cerca de Forks, sus historias también se basaban en lobos. Quizás ellos también sabrían de mí, así fue como me adentre en mi nueva aventura. Mi llegada a La reserva Quileute.