El verdadero amor
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El verdadero amor
Capítulo 1:El salvador
...Lily...
MI nombre es Lilian, pero prefiero que me digan Lily, ahora ya es de noche y estoy volviendo a mi casa.Vengo de comprar ropa con unas amigas, amo salir con ellas, es muy divertido.Aunque ellas dicen que yo soy demasiado perfecta para estar con ellas y no sé el por qué.
Para mí soy normal, mi pelo es largo y de color negro y mis ojos son de un tono grisaseo, por no decir que es gris, mi piel es pálida y soy flaca, solamente tengo trece años, así que puedo cambiar con los años, no siempre voy a ser igual.
Iba tarareando una canción de Taylor Swift, Love Story, amo cantar, todo iba bien y ya faltaban pocas calles para llegar a mi casa.Los árboles se habían teñido de un negro muy oscuro por la noche, aunque de día tenían un verde esmeralda hermoso.
Caminaba casi dando saltitos cuando una piedra se atravesó en mi camino y caí redonda al piso, todas mis bolsas cayeron conmigo y ninguna amortiguó mi caída, así que dolió bastante.
-Auh-me quejé cuando ví mi pierna, ésta estaba un poco lastimada y con una pequeña cortada.
Cada día yo estaba más torpe, me levanté y tomé todas las bolsas, cuando alguien detrás mío me llamó.
-Sabes niña-me dijo una voz de hombre ronca pero a la vez suave, yo me giré para verlo y el hombre tenía ojeras, la piel demasiado pálida y los ojos...rojos-el olor de tu sangre me está matando, espero que no te importe que la tome-me dijo con una sonrisa macabra.
-¿Quién eres?-pregunté con los ojos abiertos por el miedo.
-El que te va a matar-me dijo con simpleza.
Yo intenté correr dejando todo detrás, pero el hombre me agarró y me tapó la boca, intenté gritar pero no pude el miedo, me tenía paralizada.
Me llevó al bosque y me tiró al piso, lastimándome aún más.
-Hagamos esto rápido, tengo demasiada sed-se acercó a mí y tomó mi cabeza con sus manos.Acercó sus filosos dientes a mi cuello y yo todavía paralizada solo pude decir:
-No...no lo hagas.
Antes de que el llegara a morderme algo o mejor dicho alguien lo agarró y lo tiró contra un árbol, haciendo que este se rompa en dos.Yo miré la escena asustada pero no me moví.
-No la puedes tocar-dijo una voz musical.Era un chico de quince años o eso parecía, su piel era muy pálida, más que la del otro hombre, sus labios eran carnosos, su pelo era de un rubio oscuro y sus ojos rojos como la sangre.
-Niño, no me puedes ganar-dijo.
-¿Quieres verlo?-el hombre en tan solo un segundo quedó paralizado y empezó a gritar, parecía como si todo en el acabara, ya que no se movía, solo pedía piedad.
Hasta que el chico se tiró sobre el y lo prendió fuego, solo que sacaba un humo violeta y no gris, miré la escena con más miedo todavía, no podía ser, tenía que ser una pesadilla.Después de que el "incendio" acabó el chico se giró hacia mi con ojos suplicantes, yo solo me tiré hacia atrás, mirándolo espantada.
-Tranquila, no te haré daño-me dijo con voz musical.Me tendió su mano y yo temerosa la agarré, el me levantó en vilo y lo pude ver más de cerca.Era hermoso.Me cargó como si no pesara nada y me dijo:
-Dormí, debes estar cansada-yo solo asentí y dormí, no muy tranquila porque no sabía quién era y qué quería.
...Lily...
MI nombre es Lilian, pero prefiero que me digan Lily, ahora ya es de noche y estoy volviendo a mi casa.Vengo de comprar ropa con unas amigas, amo salir con ellas, es muy divertido.Aunque ellas dicen que yo soy demasiado perfecta para estar con ellas y no sé el por qué.
Para mí soy normal, mi pelo es largo y de color negro y mis ojos son de un tono grisaseo, por no decir que es gris, mi piel es pálida y soy flaca, solamente tengo trece años, así que puedo cambiar con los años, no siempre voy a ser igual.
Iba tarareando una canción de Taylor Swift, Love Story, amo cantar, todo iba bien y ya faltaban pocas calles para llegar a mi casa.Los árboles se habían teñido de un negro muy oscuro por la noche, aunque de día tenían un verde esmeralda hermoso.
Caminaba casi dando saltitos cuando una piedra se atravesó en mi camino y caí redonda al piso, todas mis bolsas cayeron conmigo y ninguna amortiguó mi caída, así que dolió bastante.
-Auh-me quejé cuando ví mi pierna, ésta estaba un poco lastimada y con una pequeña cortada.
Cada día yo estaba más torpe, me levanté y tomé todas las bolsas, cuando alguien detrás mío me llamó.
-Sabes niña-me dijo una voz de hombre ronca pero a la vez suave, yo me giré para verlo y el hombre tenía ojeras, la piel demasiado pálida y los ojos...rojos-el olor de tu sangre me está matando, espero que no te importe que la tome-me dijo con una sonrisa macabra.
-¿Quién eres?-pregunté con los ojos abiertos por el miedo.
-El que te va a matar-me dijo con simpleza.
Yo intenté correr dejando todo detrás, pero el hombre me agarró y me tapó la boca, intenté gritar pero no pude el miedo, me tenía paralizada.
Me llevó al bosque y me tiró al piso, lastimándome aún más.
-Hagamos esto rápido, tengo demasiada sed-se acercó a mí y tomó mi cabeza con sus manos.Acercó sus filosos dientes a mi cuello y yo todavía paralizada solo pude decir:
-No...no lo hagas.
Antes de que el llegara a morderme algo o mejor dicho alguien lo agarró y lo tiró contra un árbol, haciendo que este se rompa en dos.Yo miré la escena asustada pero no me moví.
-No la puedes tocar-dijo una voz musical.Era un chico de quince años o eso parecía, su piel era muy pálida, más que la del otro hombre, sus labios eran carnosos, su pelo era de un rubio oscuro y sus ojos rojos como la sangre.
-Niño, no me puedes ganar-dijo.
-¿Quieres verlo?-el hombre en tan solo un segundo quedó paralizado y empezó a gritar, parecía como si todo en el acabara, ya que no se movía, solo pedía piedad.
Hasta que el chico se tiró sobre el y lo prendió fuego, solo que sacaba un humo violeta y no gris, miré la escena con más miedo todavía, no podía ser, tenía que ser una pesadilla.Después de que el "incendio" acabó el chico se giró hacia mi con ojos suplicantes, yo solo me tiré hacia atrás, mirándolo espantada.
-Tranquila, no te haré daño-me dijo con voz musical.Me tendió su mano y yo temerosa la agarré, el me levantó en vilo y lo pude ver más de cerca.Era hermoso.Me cargó como si no pesara nada y me dijo:
-Dormí, debes estar cansada-yo solo asentí y dormí, no muy tranquila porque no sabía quién era y qué quería.
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