mas alla de la media noche!!!!
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Diane Abadie
Carlisle Cullen
Bella Swan
Berenice Townsend
8 participantes
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Re: mas alla de la media noche!!!!
AVISOS IMPORTANTES!!!! NO LEER CAP SIN ANTES LEER ESTO!!!! jajajaja
jajaja bueno, este fic lo empee hace como 3 meses (y no lo he acabado dios T_T jajajaja) pero lo importante es lo siguiente cuando entre al rol no sabia ni ke personae crearme asi ke lo sake de mi propio fic jajajajaja sii mas adelante entenderan por ke, aki hay ua Berenice tambien pero la personalidad de este personaje y la mia en l rol son un poco...diferentes hahahaha asi ke no me odien en el rol!!!! jajaja oko? la historia de mi personaje aki es basicamente la misma asi ke ya en unos capitulos se enterararn mas de la vida humana de mi presonaje en el rol, pero insisto naaaada ke ver con lo ke represento aki jajajajaja vale???
oko bueno pues aki les dejo otro cap!!! espero ke les guste!!! seguire subiendo pero les kiero avisar de una vez ke este aun esta en proceso no como los otros 2 ke ya estan acabados, asi ke si lega un punto en ke me demore en postear no es por ke no kiera sino por ke los estoy escribiendo jajajajaja ya tengo escritos como 10 caps asi ke falta pa ke lleguemos a ese punto pero mejor les aviso vale??? los amo!!! disfruten y gracias por leer"!!!!!!
Capítulo 5: Sensaciones nuevas
Estaba admirando el amanecer en mi habitación (se había vuelto un hábito desde hace 17 años esperarlo con anisas, sólo por si algo mágico sucedía nuevamente), cuando escuché a Aro llamándonos a todos hacia la estancia principal. Su voz era simplemente un murmullo, el tono que usaría alguien normal en una conversación, pero nosotros lo escuchamos tan claro como la campana de una catedral, se oía animado e impaciente.
Cuando al fin llegué a la estancia para ver lo que ocurría me encontré con un ambiente bastante cargado de emociones encontradas, no necesitaba ser muy preceptivo para observar y sentir lo que sucedía ahí.
Por un lado, la cara de Aro mostraba su incontenible emoción, Marco se encontraba apático y aburrido como siempre, sólo cuando sus ojos encontraron los míos pude observar un destello de odio, pero torne mi atención inmediatamente a Caius, que se encontraba recargado en la pared con una expresión vacía, pero dura.
Las esposas de los Volturi solo estaban paradas al lado suyo, esperando al igual que la guardia, sólo Jane se encontraba realmente irritada, sus ojos más negros que nunca por la amargura y sus manos envueltas en sus puños, Alec frotaba su hombro para reconfortarla, pero ella sólo volteaba de la cara de Aro a la de la otra persona, sumamente desconcertada, furiosa y con algo de dolor.
Cuando me volví para observar quien era la causa de tal actitud de Jane, me encontré con una hermosa joven de enormes ojos color ámbar. Su cabello castaño caía sobre sus hombros, hasta la mitad de su espalda, era ondulado y perfectamente acomodado, ni un cabello fuera de lugar. Era ligeramente más pequeña que yo, aunque no lo suficiente para no poderla ver a los ojos directamente sin tener que bajar mi rostro a su nivel, era delgada y su piel, aun cuando era marfileña y blanca como la de todos nosotros, denotaba un ligero destello de color, probablemente por la luz, pero aun así se veía sorprendente, era hermosa en verdad, aún cuando para una vampiresa eso fuera demasiado extraño.
Ella tenía algo que las demás no tenían, algo que te hacía imposible no sentirte cómodo al lado de ella, bueno, a excepción de los gemelos claro estaba, sobre quienes ésta perfecta desconocida no inspiraba más que unos terribles celos, sobre todo en Jane. Ahora entendía su descontento, siempre había sido la favorita de Aro y ahora, veía su lugar amenazado.
-“Quiero presentarles a Bernice” – dijo Aro verdaderamente emocionado al pronunciar su nombre- “ella ahora es de ésta familia y ésta considerando unirse muy pronto a mi guardia personal, espero que TODOS…” – dijo esto mientras echaba una mirada a Jane y Alec –“… le muestren lo maravillosa que pueda ser nuestra compañía por el tiempo que decida quedarse con nosotros, lo cual espero fervientemente, sea acorde a lo planeado, una eternidad…pueden retirarse”
Con esto dio por terminada la conversación y todos nos dispusimos a regresar a nuestras respectivas ocupaciones anteriores, Aro interrumpió…
-“¡Oh, bueno, si así lo deseas…! – sólo en ese momento me di cuenta que Bernice tocaba la mano de Aro, probablemente haciéndole alguna petición en su mente - ¡JANE!, lleva las pertenencias de la adorable Bernice a una habitación contigua a la de Edward
Jane soltó un gruñido de cólera que verdaderamente sonaría aterrador, mostrando su inmensa furia por la petición que Aro le acababa de hacer.
-“Ella misma las puede llevar, y Edward la llevara al ala oeste donde se encuentran sus aposentos, hacia una habitación disponible…” – Jane contestó entre dientes tratando de calmarse, en verdad debía estar fúrica para negarse a una petición de su adorado amo, esperé a recibir instrucciones…
-“¡Claro que puede”! – contestó Aro en tono de burla hacia jane, como si el pequeño ángel rubio hubiera dicho algo obvio – “Pero son mis deseos que las lleves tú, no es que el peso sea demasiado, eso es algo que evidentemente nunca será demasiado para nuestros perfectos cuerpos, pero creo que tú necesitas aprender a demostrar un poco de cortesía, así que no te quedes ahí parada y llévalas… ¡MUEVETE!”
Jane se limito a asentir con la cabeza y a soltar un casi inaudible “Si amo”, mientras tomaba las pertenencias de Bernice y las llevaba al ala oeste del castillo, yo las seguí a ambas, rumbo a mi habitación.
En cuánto llegamos hacia al ala correspondiente las esquivé a ambas dirigiéndome a mi habitación que se encontraba al final del pasillo que conectaba nuestras habitaciones con el resto del castillo, abrí la puerta de mi habitación y la cerré en cuanto estuve adentro, me senté en el piso cómo por reflejo y me puse a pensar.
¿Quién era esta hermosa desconocida?, ¿qué hacia ahí?, y sobre todo, ¿por qué me sentía tan bien a su lado?... Todas éstas preguntas y muchas más rondaban en mi mente sin respuesta una y otra vez, irritándome por no tener la solución, pensé en tratar de escuchar la mente de Aro, o tal vez la de la propia Bernice, pero descarté la idea de inmediato.
Desde hacía mucho tiempo había aprendido a bloquear los pensamientos de los demás, me había costado años de práctica y verdadera concentración, pero era mucho mejor que estar escuchando los desagradables pensamientos que pasaban por las mentes de los demás: siempre recordando alguna venganza, o el momento en que devoraron a algún inocente humano, y sobre todo los de Marcus, ésos eran los peores cuando se encontraba cerca de mí, recordándome siempre el rostro de Bella en su mente sólo para torturarme…
Así que abandone la idea, si me permitía escuchar los pensamientos de alguien, por muy corto que fuera el lapso de tiempo en que lo hiciere, no estaba seguro de poder volver a bloquearlos nuevamente después, y sería verdaderamente horrible. Mi curiosidad era demasiada, pero no la suficiente como para condenarme nuevamente a escuchar las mentes de los demás, por más insignificantes que fueran sus pensamientos. Comencé a pensar en otras formas de resolver mis dudas cuando alguien llamó a mi puerta…
-“¿Puedo pasar?” – preguntó una dulce voz desde afuera, formando una armonía casi tan deliciosa y perfecta como el de los latidos del corazón de Bella hacia unas décadas.
-“Por supuesto” - respondí de inmediato.
En ese instante el hermoso rostro de Bernice se asomo por mi puerta, dudando, e instantes después entró por completo a mi habitación, flotando como un verdadero ángel hacia mí, con una sonrisa indescriptible en su rostro, y una expresión tan serena, tan dulce…
-“Tú, debes de ser Edward” - me dijo mientras se sentaba al lado mío en el suelo.
-“Me conoces”
-“Aro me ha contado demasiado sobre ti, aunque no lo suficiente, se quedó corto cuando hablaba sobre tu…situación”
-“Supongo que sabes porque estoy aquí entonces, debes de estar bien informada sobre mi vida”- dije con pesar agachando la cabeza, recordando el motivo de mi inmensa soledad y desgarrante dolor, la causa de que estuviera aquí entre cuatro paredes y no en algún lugar del mundo con el amor de mi existencia.
-“Cómo dije, se quedó corto, sólo dijo que no estabas aquí por gusto, sino por cometer un error muy grave, y que eras “vegetariano”, como yo, y que guarda la esperanza en verte formar parte de la guardia algún día, tanto como espera mi decisión al respecto, aún así, no pierde en mostrar su interés hacia ti en cada oportunidad que tiene””
No quería tocar el tema, así que cuando mencionó nuestras semejanzas cambié desesperadamente de tema…
-“Cuéntame un poco de ti, cómo es que eres “vegetariana”, ¿qué haces aquí?”
-“Es un poco vergonzoso…te he estado buscando a ti, tu familia me dijo dónde estabas, todos ellos son maravillosos en verdad”
En ese momento no supe que pensar, en verdad no entendía por qué Berenice decía tal cosa, y lo más extraño aún, por qué no me molestaba en lo absoluto, sino que al contrario, me hacía sentir bien, inspiraba nuevas cosas en mi, duda, interés, pero sobretodo bienestar, ¿era esto para lo que me había estado preparando?, ella debió notar mi expresión de desconcierto por que continuó sin que yo dijera nada.
jajaja bueno, este fic lo empee hace como 3 meses (y no lo he acabado dios T_T jajajaja) pero lo importante es lo siguiente cuando entre al rol no sabia ni ke personae crearme asi ke lo sake de mi propio fic jajajajaja sii mas adelante entenderan por ke, aki hay ua Berenice tambien pero la personalidad de este personaje y la mia en l rol son un poco...diferentes hahahaha asi ke no me odien en el rol!!!! jajaja oko? la historia de mi personaje aki es basicamente la misma asi ke ya en unos capitulos se enterararn mas de la vida humana de mi presonaje en el rol, pero insisto naaaada ke ver con lo ke represento aki jajajajaja vale???
oko bueno pues aki les dejo otro cap!!! espero ke les guste!!! seguire subiendo pero les kiero avisar de una vez ke este aun esta en proceso no como los otros 2 ke ya estan acabados, asi ke si lega un punto en ke me demore en postear no es por ke no kiera sino por ke los estoy escribiendo jajajajaja ya tengo escritos como 10 caps asi ke falta pa ke lleguemos a ese punto pero mejor les aviso vale??? los amo!!! disfruten y gracias por leer"!!!!!!
Capítulo 5: Sensaciones nuevas
Estaba admirando el amanecer en mi habitación (se había vuelto un hábito desde hace 17 años esperarlo con anisas, sólo por si algo mágico sucedía nuevamente), cuando escuché a Aro llamándonos a todos hacia la estancia principal. Su voz era simplemente un murmullo, el tono que usaría alguien normal en una conversación, pero nosotros lo escuchamos tan claro como la campana de una catedral, se oía animado e impaciente.
Cuando al fin llegué a la estancia para ver lo que ocurría me encontré con un ambiente bastante cargado de emociones encontradas, no necesitaba ser muy preceptivo para observar y sentir lo que sucedía ahí.
Por un lado, la cara de Aro mostraba su incontenible emoción, Marco se encontraba apático y aburrido como siempre, sólo cuando sus ojos encontraron los míos pude observar un destello de odio, pero torne mi atención inmediatamente a Caius, que se encontraba recargado en la pared con una expresión vacía, pero dura.
Las esposas de los Volturi solo estaban paradas al lado suyo, esperando al igual que la guardia, sólo Jane se encontraba realmente irritada, sus ojos más negros que nunca por la amargura y sus manos envueltas en sus puños, Alec frotaba su hombro para reconfortarla, pero ella sólo volteaba de la cara de Aro a la de la otra persona, sumamente desconcertada, furiosa y con algo de dolor.
Cuando me volví para observar quien era la causa de tal actitud de Jane, me encontré con una hermosa joven de enormes ojos color ámbar. Su cabello castaño caía sobre sus hombros, hasta la mitad de su espalda, era ondulado y perfectamente acomodado, ni un cabello fuera de lugar. Era ligeramente más pequeña que yo, aunque no lo suficiente para no poderla ver a los ojos directamente sin tener que bajar mi rostro a su nivel, era delgada y su piel, aun cuando era marfileña y blanca como la de todos nosotros, denotaba un ligero destello de color, probablemente por la luz, pero aun así se veía sorprendente, era hermosa en verdad, aún cuando para una vampiresa eso fuera demasiado extraño.
Ella tenía algo que las demás no tenían, algo que te hacía imposible no sentirte cómodo al lado de ella, bueno, a excepción de los gemelos claro estaba, sobre quienes ésta perfecta desconocida no inspiraba más que unos terribles celos, sobre todo en Jane. Ahora entendía su descontento, siempre había sido la favorita de Aro y ahora, veía su lugar amenazado.
-“Quiero presentarles a Bernice” – dijo Aro verdaderamente emocionado al pronunciar su nombre- “ella ahora es de ésta familia y ésta considerando unirse muy pronto a mi guardia personal, espero que TODOS…” – dijo esto mientras echaba una mirada a Jane y Alec –“… le muestren lo maravillosa que pueda ser nuestra compañía por el tiempo que decida quedarse con nosotros, lo cual espero fervientemente, sea acorde a lo planeado, una eternidad…pueden retirarse”
Con esto dio por terminada la conversación y todos nos dispusimos a regresar a nuestras respectivas ocupaciones anteriores, Aro interrumpió…
-“¡Oh, bueno, si así lo deseas…! – sólo en ese momento me di cuenta que Bernice tocaba la mano de Aro, probablemente haciéndole alguna petición en su mente - ¡JANE!, lleva las pertenencias de la adorable Bernice a una habitación contigua a la de Edward
Jane soltó un gruñido de cólera que verdaderamente sonaría aterrador, mostrando su inmensa furia por la petición que Aro le acababa de hacer.
-“Ella misma las puede llevar, y Edward la llevara al ala oeste donde se encuentran sus aposentos, hacia una habitación disponible…” – Jane contestó entre dientes tratando de calmarse, en verdad debía estar fúrica para negarse a una petición de su adorado amo, esperé a recibir instrucciones…
-“¡Claro que puede”! – contestó Aro en tono de burla hacia jane, como si el pequeño ángel rubio hubiera dicho algo obvio – “Pero son mis deseos que las lleves tú, no es que el peso sea demasiado, eso es algo que evidentemente nunca será demasiado para nuestros perfectos cuerpos, pero creo que tú necesitas aprender a demostrar un poco de cortesía, así que no te quedes ahí parada y llévalas… ¡MUEVETE!”
Jane se limito a asentir con la cabeza y a soltar un casi inaudible “Si amo”, mientras tomaba las pertenencias de Bernice y las llevaba al ala oeste del castillo, yo las seguí a ambas, rumbo a mi habitación.
En cuánto llegamos hacia al ala correspondiente las esquivé a ambas dirigiéndome a mi habitación que se encontraba al final del pasillo que conectaba nuestras habitaciones con el resto del castillo, abrí la puerta de mi habitación y la cerré en cuanto estuve adentro, me senté en el piso cómo por reflejo y me puse a pensar.
¿Quién era esta hermosa desconocida?, ¿qué hacia ahí?, y sobre todo, ¿por qué me sentía tan bien a su lado?... Todas éstas preguntas y muchas más rondaban en mi mente sin respuesta una y otra vez, irritándome por no tener la solución, pensé en tratar de escuchar la mente de Aro, o tal vez la de la propia Bernice, pero descarté la idea de inmediato.
Desde hacía mucho tiempo había aprendido a bloquear los pensamientos de los demás, me había costado años de práctica y verdadera concentración, pero era mucho mejor que estar escuchando los desagradables pensamientos que pasaban por las mentes de los demás: siempre recordando alguna venganza, o el momento en que devoraron a algún inocente humano, y sobre todo los de Marcus, ésos eran los peores cuando se encontraba cerca de mí, recordándome siempre el rostro de Bella en su mente sólo para torturarme…
Así que abandone la idea, si me permitía escuchar los pensamientos de alguien, por muy corto que fuera el lapso de tiempo en que lo hiciere, no estaba seguro de poder volver a bloquearlos nuevamente después, y sería verdaderamente horrible. Mi curiosidad era demasiada, pero no la suficiente como para condenarme nuevamente a escuchar las mentes de los demás, por más insignificantes que fueran sus pensamientos. Comencé a pensar en otras formas de resolver mis dudas cuando alguien llamó a mi puerta…
-“¿Puedo pasar?” – preguntó una dulce voz desde afuera, formando una armonía casi tan deliciosa y perfecta como el de los latidos del corazón de Bella hacia unas décadas.
-“Por supuesto” - respondí de inmediato.
En ese instante el hermoso rostro de Bernice se asomo por mi puerta, dudando, e instantes después entró por completo a mi habitación, flotando como un verdadero ángel hacia mí, con una sonrisa indescriptible en su rostro, y una expresión tan serena, tan dulce…
-“Tú, debes de ser Edward” - me dijo mientras se sentaba al lado mío en el suelo.
-“Me conoces”
-“Aro me ha contado demasiado sobre ti, aunque no lo suficiente, se quedó corto cuando hablaba sobre tu…situación”
-“Supongo que sabes porque estoy aquí entonces, debes de estar bien informada sobre mi vida”- dije con pesar agachando la cabeza, recordando el motivo de mi inmensa soledad y desgarrante dolor, la causa de que estuviera aquí entre cuatro paredes y no en algún lugar del mundo con el amor de mi existencia.
-“Cómo dije, se quedó corto, sólo dijo que no estabas aquí por gusto, sino por cometer un error muy grave, y que eras “vegetariano”, como yo, y que guarda la esperanza en verte formar parte de la guardia algún día, tanto como espera mi decisión al respecto, aún así, no pierde en mostrar su interés hacia ti en cada oportunidad que tiene””
No quería tocar el tema, así que cuando mencionó nuestras semejanzas cambié desesperadamente de tema…
-“Cuéntame un poco de ti, cómo es que eres “vegetariana”, ¿qué haces aquí?”
-“Es un poco vergonzoso…te he estado buscando a ti, tu familia me dijo dónde estabas, todos ellos son maravillosos en verdad”
En ese momento no supe que pensar, en verdad no entendía por qué Berenice decía tal cosa, y lo más extraño aún, por qué no me molestaba en lo absoluto, sino que al contrario, me hacía sentir bien, inspiraba nuevas cosas en mi, duda, interés, pero sobretodo bienestar, ¿era esto para lo que me había estado preparando?, ella debió notar mi expresión de desconcierto por que continuó sin que yo dijera nada.
Berenice Townsend- Cantidad de envíos : 4665
Edad : 33
Localización : México, D.F.
Fecha de inscripción : 02/03/2009
Re: mas alla de la media noche!!!!
OMFG! esta genial!
aunque se hecha de menitos a Bella en la historia^^ xD
Cuando puedas sube más.
aunque se hecha de menitos a Bella en la historia^^ xD
Cuando puedas sube más.
Re: mas alla de la media noche!!!!
Pobre Bella T_______T tengo ua conexión con ella =D XD
Pero está buenisima la historia, como tu nos pediste.... trataré de no odiarte -.-
Naa, broma xD siguelo, siguelo =D
Pero está buenisima la historia, como tu nos pediste.... trataré de no odiarte -.-
Naa, broma xD siguelo, siguelo =D
Bella Swan- Cantidad de envíos : 3741
Edad : 31
Localización : adsadalandia
Fecha de inscripción : 02/02/2009
Re: mas alla de la media noche!!!!
de estwe si quedan bastantes caps jajajajaja los kiero!!!!
Capítulo 6: Nuevos lazos
-“Verás Edward, llevo los últimos 19 años buscándote. Probablemente tu no me recuerdas, es más, ni siquiera me has visto...creo. Te vi un día en Port Angeles, me encontraba de paseo, soy nómada, o bueno, era, supongo que ahora éste es mi hogar. Aquél día escuché un alborotó y susurros imperceptibles para los hombres, pero lo que más me llamó la atención fue el olor a vampiro, así que me acerqué”
En ese momento Berenice, como si fuera humana, dobló sus piernas una sobre otra en una posición más “cómoda” y cercana a mí y me miró a los ojos.
-“Te vi ser cargado, si se le puede llamar así, por otros 2 vampiros que te decían que todo iba a estar bien, querían con todas sus fuerzas retroceder el tiempo, pero eso no es posible, querían quitarte el dolor, pero eso era peor aún, y de repente echaste a correr, ningún humano lo notó, pero yo no soy humana, y pude notar cada detalle de la escena, lo perceptible…y lo que no. No sabía porque te sentías tan mal y mucho menos porque, lo que más deseabas era morir” –En ese momento Berenice me dijo con su expresión lo confundida que estaba ante esa situación, pero yo callé.
-“Carlisle me dijo que era demasiado dolor para ti cuando le pregunté, nadie me dijo más, ni siquiera Alice que todo el tiempo se encuentra revisando tu futuro.”
-“Espera, ¿Carlisle, Alice?” - ¿Cómo es que Berenice los conocía, ella ya había mencionado que ellos le habían dicho que yo estaba aquí, pero cómo…?, ¿acaso era una vieja amiga de Carlisle a la cual nunca había mencionado?, ¿era ella más vieja que yo?
-“Oh, si…”-continuó ella- “te dije que te he estado buscando, verás, siempre he sabido lo que las personas quieren, es parte de mi “don”, y no entendía por qué lo único que querías era morir, seguí tu rastro, pero se detuvo en el aeropuerto, así que fui de egreso a Port Angeles, y comencé a seguir la esencia de los otros vampiros que te acompañaban, se notaba que constantemente pasaban por ahí, por que el rastro era perceptible a pesar de ser débil, ellos ya me esperaban, supongo que Alice me vio venir, pero no sabían por que había acudido a ellos, lo que quería”
Berenice esbozo una sonrisa…
-“Cuándo por fin les explique el motivo de mi visita, se tranquilizaron y me adoptaron por un tiempo, se la pasaban hablando de ti, ellos me dijeron que te encontraría aquí, en Volterra, y cuando les comuniqué mi idea de venir a buscarte, se sintieron esperanzados. Me contaron que ellos no podían tener contacto directo contigo, así que en cierta forma, se alegraron de tener una mensajera”
Pude sentir como mi expresión cambió automáticamente, reflejando el dolor que sentía por no poder hablar con ellos, pero también mostraba el inmenso amor que aún les tenía, que siempre les tendría, con la esperanza de que algún día pudiera volver a verlos. Berenice me mostró una mirada llena de ternura y posó una mano sobre mi mejilla, continuando con el mensaje.
-“Carlisle te envía un abrazo, dice que recuerdes que eres su hijo, que siempre lo serás. Esme me pidió que te dijera que te extraña y todo su amor está contigo. Emmet y Jasper, bueno, que te puedo decir, me hicieron saber a su manera que te extrañaban: “las apuestas no son lo mismo si no hay algún reprimido contra quién apostar””-Berenice imitó el tono de Emmet a la perfección-“Alice, oh, Alice en realidad es todo un caso, ni siquiera las compras tiene el mismo significado desde que no estás, pero dice que está revisando constantemente tu futuro y que todo estará bien. Rose, bueno, Rose no es muy expresiva, pero te extraña mucho también, demasiado, y también siente una profunda culpa que nuca pude entender, hmmm…”
La cara de Berenice se torno confusa, sus ojos desenfocados viendo hacia el infinito, y, de pronto, regresó sus ojos a los míos.
-“Lo que me recuerda Edward, ese día del accidente, nunca pude saber el por qué de tus deseos, la muerte, sentías, no, sientes, dolor y culpa, ¿por qué?, ¿acaso tu provocaste el accidente Edward?, ¿acaso rompiste alguna regla que llevara a la muerte de esa chica y por eso estas aquí…por romper las reglas?”
En ese instante un hueco se formo dentro de mi estomago y en mi corazón. Dolía como hacía mucho que no lo hacía, una parte de mi quería evadir el tema, salir corriendo, pero otra…una voz dentro de mí gritaba “¡Confía!”, en verdad necesitaba desahogarme, y Berenice parecía la persona perfecta para ello.
-“Si, rompí las reglas, aunque no me expuse al Sol, ni corrí o algo por el estilo, seguramente eso es lo que piensas ¿no es así?”-no di tiempo a que Berenice continuara y seguí-“hice algo peor, me enamoré. Aquella chica a la que atropellaron era el amor de mi existencia, la razón de seguir entre los mortales, y no estaría aquí de hecho, si Marco no hubiera sabido que para mí la muerte era más un premio que un castigo. Siempre supe que había estado compitiendo contra el destino las múltiples veces que salvé su vida, incluso lo sabía al saberme inevitablemente enamorado de ella, amándola como la hacía, porque siempre me consideré el peligro más importante, pero nunca pensé que algo tan absurdo sería lo que me la arrebataría…ARGHHH!!!!, NO DEBI ALEJARME DE ELLA”- no pude evitar subir mi voz lleno de enojo y rencor hacía mi mismo-“NO DEBI SIQUIERA PERMITIRME EL ESTAR A MENOS DE MEDIO METRO DE ELLA”
-“Pero…”- Berenice interrumpió, dudo por un segundo-“no, olvídalo”
-“Dime por favor”
-“no quiero aumentar tu dolor Edward, mi curiosidad puede esperar, tengo toda la eternidad”
Tal vez Berenice tenía razón, era suficiente por hoy, así que sólo asentí con la cabeza y no supe que más decir, probablemente me haría bien estar solo por unos momentos. Berenice pareció entender mis reacciones, como siempre, y se levanto silenciosamente, para después dirigirse a la puerta, pero justo antes de que saliera la detuve
-“Berenice…”
Ella solo giró su cabeza para verme y sonrió, esperando a que continuara…
-“Gracias”- fue todo lo que pude decir, aunque ese gracias implicaba tantas cosas, tanta gratitud, significaba un nuevo comienzo, de alguna forma extraña, por fin había alguien en el castillo con quien podía compartir mis sentimientos libremente, alguien que me entendía, alguien que sabía lo que necesitaba y me lo daba sin cuestionarme, era un nuevo lazo, fino por ser reciente pero a la vez tan fuerte, quería aferrarme a esto, a ella…
-“Lo sé” – contestó ella, como si leyera mi pensamiento
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Los días pasaron y no volvimos a tocar el tema, había ocasiones en las que sólo paseábamos por el castillo ella y yo, hablando de todas las maravillosas cosas que habíamos presenciado en el último siglo, resultó que Berenice era contemporánea mía, teníamos la misma edad, pero eso solo despertaba una profunda curiosidad en mi, había tantas cosas que no sabía de ella…
-“Berenice, ¿cuál es tu “don” exactamente?
-“Comenzaba a pensar que nunca lo preguntarías”- dijo con una sonrisa.
-“No tienes que responder mis preguntas si no quieres…”
-“No, está bien, es sólo que bueno, mi don es algo…extraño, supongo que para entenderlo mejor deberías saber mi historia “humana”” – Berenice río por lo bajo ante la palabra, pero también se dibujó en su rostro una mueca de tristeza.
Se dirigió hacia el jardín, sentándose en una banca y continuó…
-“No pretendo infundirte lástima, ni mucho menos que me compadezcas o dramatizar mi historia aún más, las cosas simplemente ocurren porque así deben de ser, es sólo que es duro aceptar que alguien de tu propia familia, mi familia biológica, fue quien provocó en cierta forma que sea lo que soy ahora”
Capítulo 6: Nuevos lazos
-“Verás Edward, llevo los últimos 19 años buscándote. Probablemente tu no me recuerdas, es más, ni siquiera me has visto...creo. Te vi un día en Port Angeles, me encontraba de paseo, soy nómada, o bueno, era, supongo que ahora éste es mi hogar. Aquél día escuché un alborotó y susurros imperceptibles para los hombres, pero lo que más me llamó la atención fue el olor a vampiro, así que me acerqué”
En ese momento Berenice, como si fuera humana, dobló sus piernas una sobre otra en una posición más “cómoda” y cercana a mí y me miró a los ojos.
-“Te vi ser cargado, si se le puede llamar así, por otros 2 vampiros que te decían que todo iba a estar bien, querían con todas sus fuerzas retroceder el tiempo, pero eso no es posible, querían quitarte el dolor, pero eso era peor aún, y de repente echaste a correr, ningún humano lo notó, pero yo no soy humana, y pude notar cada detalle de la escena, lo perceptible…y lo que no. No sabía porque te sentías tan mal y mucho menos porque, lo que más deseabas era morir” –En ese momento Berenice me dijo con su expresión lo confundida que estaba ante esa situación, pero yo callé.
-“Carlisle me dijo que era demasiado dolor para ti cuando le pregunté, nadie me dijo más, ni siquiera Alice que todo el tiempo se encuentra revisando tu futuro.”
-“Espera, ¿Carlisle, Alice?” - ¿Cómo es que Berenice los conocía, ella ya había mencionado que ellos le habían dicho que yo estaba aquí, pero cómo…?, ¿acaso era una vieja amiga de Carlisle a la cual nunca había mencionado?, ¿era ella más vieja que yo?
-“Oh, si…”-continuó ella- “te dije que te he estado buscando, verás, siempre he sabido lo que las personas quieren, es parte de mi “don”, y no entendía por qué lo único que querías era morir, seguí tu rastro, pero se detuvo en el aeropuerto, así que fui de egreso a Port Angeles, y comencé a seguir la esencia de los otros vampiros que te acompañaban, se notaba que constantemente pasaban por ahí, por que el rastro era perceptible a pesar de ser débil, ellos ya me esperaban, supongo que Alice me vio venir, pero no sabían por que había acudido a ellos, lo que quería”
Berenice esbozo una sonrisa…
-“Cuándo por fin les explique el motivo de mi visita, se tranquilizaron y me adoptaron por un tiempo, se la pasaban hablando de ti, ellos me dijeron que te encontraría aquí, en Volterra, y cuando les comuniqué mi idea de venir a buscarte, se sintieron esperanzados. Me contaron que ellos no podían tener contacto directo contigo, así que en cierta forma, se alegraron de tener una mensajera”
Pude sentir como mi expresión cambió automáticamente, reflejando el dolor que sentía por no poder hablar con ellos, pero también mostraba el inmenso amor que aún les tenía, que siempre les tendría, con la esperanza de que algún día pudiera volver a verlos. Berenice me mostró una mirada llena de ternura y posó una mano sobre mi mejilla, continuando con el mensaje.
-“Carlisle te envía un abrazo, dice que recuerdes que eres su hijo, que siempre lo serás. Esme me pidió que te dijera que te extraña y todo su amor está contigo. Emmet y Jasper, bueno, que te puedo decir, me hicieron saber a su manera que te extrañaban: “las apuestas no son lo mismo si no hay algún reprimido contra quién apostar””-Berenice imitó el tono de Emmet a la perfección-“Alice, oh, Alice en realidad es todo un caso, ni siquiera las compras tiene el mismo significado desde que no estás, pero dice que está revisando constantemente tu futuro y que todo estará bien. Rose, bueno, Rose no es muy expresiva, pero te extraña mucho también, demasiado, y también siente una profunda culpa que nuca pude entender, hmmm…”
La cara de Berenice se torno confusa, sus ojos desenfocados viendo hacia el infinito, y, de pronto, regresó sus ojos a los míos.
-“Lo que me recuerda Edward, ese día del accidente, nunca pude saber el por qué de tus deseos, la muerte, sentías, no, sientes, dolor y culpa, ¿por qué?, ¿acaso tu provocaste el accidente Edward?, ¿acaso rompiste alguna regla que llevara a la muerte de esa chica y por eso estas aquí…por romper las reglas?”
En ese instante un hueco se formo dentro de mi estomago y en mi corazón. Dolía como hacía mucho que no lo hacía, una parte de mi quería evadir el tema, salir corriendo, pero otra…una voz dentro de mí gritaba “¡Confía!”, en verdad necesitaba desahogarme, y Berenice parecía la persona perfecta para ello.
-“Si, rompí las reglas, aunque no me expuse al Sol, ni corrí o algo por el estilo, seguramente eso es lo que piensas ¿no es así?”-no di tiempo a que Berenice continuara y seguí-“hice algo peor, me enamoré. Aquella chica a la que atropellaron era el amor de mi existencia, la razón de seguir entre los mortales, y no estaría aquí de hecho, si Marco no hubiera sabido que para mí la muerte era más un premio que un castigo. Siempre supe que había estado compitiendo contra el destino las múltiples veces que salvé su vida, incluso lo sabía al saberme inevitablemente enamorado de ella, amándola como la hacía, porque siempre me consideré el peligro más importante, pero nunca pensé que algo tan absurdo sería lo que me la arrebataría…ARGHHH!!!!, NO DEBI ALEJARME DE ELLA”- no pude evitar subir mi voz lleno de enojo y rencor hacía mi mismo-“NO DEBI SIQUIERA PERMITIRME EL ESTAR A MENOS DE MEDIO METRO DE ELLA”
-“Pero…”- Berenice interrumpió, dudo por un segundo-“no, olvídalo”
-“Dime por favor”
-“no quiero aumentar tu dolor Edward, mi curiosidad puede esperar, tengo toda la eternidad”
Tal vez Berenice tenía razón, era suficiente por hoy, así que sólo asentí con la cabeza y no supe que más decir, probablemente me haría bien estar solo por unos momentos. Berenice pareció entender mis reacciones, como siempre, y se levanto silenciosamente, para después dirigirse a la puerta, pero justo antes de que saliera la detuve
-“Berenice…”
Ella solo giró su cabeza para verme y sonrió, esperando a que continuara…
-“Gracias”- fue todo lo que pude decir, aunque ese gracias implicaba tantas cosas, tanta gratitud, significaba un nuevo comienzo, de alguna forma extraña, por fin había alguien en el castillo con quien podía compartir mis sentimientos libremente, alguien que me entendía, alguien que sabía lo que necesitaba y me lo daba sin cuestionarme, era un nuevo lazo, fino por ser reciente pero a la vez tan fuerte, quería aferrarme a esto, a ella…
-“Lo sé” – contestó ella, como si leyera mi pensamiento
°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°**°*°*°*°*°*°*°*°*
Los días pasaron y no volvimos a tocar el tema, había ocasiones en las que sólo paseábamos por el castillo ella y yo, hablando de todas las maravillosas cosas que habíamos presenciado en el último siglo, resultó que Berenice era contemporánea mía, teníamos la misma edad, pero eso solo despertaba una profunda curiosidad en mi, había tantas cosas que no sabía de ella…
-“Berenice, ¿cuál es tu “don” exactamente?
-“Comenzaba a pensar que nunca lo preguntarías”- dijo con una sonrisa.
-“No tienes que responder mis preguntas si no quieres…”
-“No, está bien, es sólo que bueno, mi don es algo…extraño, supongo que para entenderlo mejor deberías saber mi historia “humana”” – Berenice río por lo bajo ante la palabra, pero también se dibujó en su rostro una mueca de tristeza.
Se dirigió hacia el jardín, sentándose en una banca y continuó…
-“No pretendo infundirte lástima, ni mucho menos que me compadezcas o dramatizar mi historia aún más, las cosas simplemente ocurren porque así deben de ser, es sólo que es duro aceptar que alguien de tu propia familia, mi familia biológica, fue quien provocó en cierta forma que sea lo que soy ahora”
Berenice Townsend- Cantidad de envíos : 4665
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Re: mas alla de la media noche!!!!
O_O! que?! XD
Necesito más T_T pero aunqe es muy buena la historia, no quiero que edward comience algo con Berenice xD soy mala T_T pero tengo esperanzas de que Bella haya sobrevivido de alguna forma u_u no sé, odio a berenice xDDDDDDD
Naa, broma (: siguelo n_n
Necesito más T_T pero aunqe es muy buena la historia, no quiero que edward comience algo con Berenice xD soy mala T_T pero tengo esperanzas de que Bella haya sobrevivido de alguna forma u_u no sé, odio a berenice xDDDDDDD
Naa, broma (: siguelo n_n
Bella Swan- Cantidad de envíos : 3741
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Re: mas alla de la media noche!!!!
jajaja mientras la odies a ella y no a la bere del rol todo cool jajajaja
Berenice Townsend- Cantidad de envíos : 4665
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Fecha de inscripción : 02/03/2009
Re: mas alla de la media noche!!!!
Bells yo tengo la misma esperanza que tu...Bella tiene q haber sobrevivido o resucitara de entre los muertos ...nose!¬¬
no me gusta la Bere del fic =/
no me gusta la Bere del fic =/
Re: mas alla de la media noche!!!!
No ¬¬ matemosla XD
Bella Swan- Cantidad de envíos : 3741
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Re: mas alla de la media noche!!!!
a peticion del publico...cap!!! por cierto ke cuando escribi la historia de mi personaje fue una version corta pero aki esta completa!!! pa ke sepan mas de mi
Capítulo 7: Envidias
Me senté en el pasto frente a la banca donde ella estaba sentada, como un niño pequeño esperando escuchar una historia, en verdad estaba interesado, mi curiosidad aumentaba con cada segundo que pasaba y al parecer Berenice se dio cuenta, porque me miró y continuó:
-“Verás, cuando era joven era sumamente “popular” por decirlo así, yo nunca me consideré bonita ni nada, pero tenía muchos amigos, buenos amigos en verdad, realmente los quería y hacía todo lo que estuviera en mis manos por hacerlos felices, ellos también me querían mucho, no tenían malas intenciones ni nada, solo éramos un grupo realmente inseparable, yo los conocía demasiado bien, siempre sabía lo que necesitaban y querían y yo trataba de dárselos, eso sólo hacía que nos uniéramos aún más…
Desafortunadamente mi hermana gemela era muy tímida, era sumamente depresiva, posiblemente eso, y el corte de cabello, era lo que más nos diferenciaba, yo siempre trataba de integrarla a mi vida social, que saliera con nosotros, pero siempre se sentía tan fuera de lugar, nos evadía tanto, supongo que en ese momento no entendía porque, pero ahora lo sé… por Daniel.
Daniel era mi mejor amigo entre todos, yo siempre lo quise como un hermano por que nos conocíamos desde el secundario, pero supongo que él no me veía así a mí. El era más grande que yo, se encontraba en el último semestre y se iría pronto a la Universidad, era muy inteligente, pero por alguna razón se negaba a aceptar las becas que le ofrecían, prefería quedarse en el pequeño pueblo de Mississauga, Canadá, donde vivíamos y a lo máximo que aspiraba era entrar a la Universidad de Toronto que estaba a dos horas de camino del pueblo, era buena Universidad, pero él tenía un mundo de posibilidades y puertas abiertas, podía hacer lo que quisiera, pero prefería quedarse ahí.
Yo cursaba el último semestre de mi segundo año de preparatoria, y todos los de ultimo año se encontraban invitando a las chicas de su curso al baile de graduación, y Daniel me invitó a mí, al principio pensé que me lo pedía como un favor, porque Daniel no hablaba con ninguna chica, así que supuse que no tenía a quien invitar y por eso recurría a mi así que acepté de inmediato, cómo dije, me gustaba complacer a mis amigos dentro de lo posible. Ese día Daniel paso por mi hermana y por mí, la única petición que yo había hecho era llevar mi hermana conmigo, así que nos arreglamos, bueno, me arreglé y arreglé a Carmilla, mi hermana, y nos fuimos.Carmilla se la pasaba mirándonos mientras bailábamos, algún muchacho la invitaba a bailar, pero ella se negaba, simplemente nos miraba a Daniel y a mi bailar con una sonrisa, de pronto, una chica llamada Florina y su grupo de amigas se sentó en la mesa con mi hermana, el rostro de mi hermana cambió radicalmente y me dirigió una mirada de decepción, momentos después salió corriendo. Yo quise seguirla Florina nunca había sido amable conmigo y me preocupaba que hubiera lastimado a mi hermana, pero Daniel me apreso entre sus brazos y seguimos bailando, yo hice un intento por zafarme pero entonces el comenzó a hablar y mi cabeza entró en shock por sus palabras…
Él me dijo que estaba enamorado de mí, que se quedaría aquí en la Universidad para estar conmigo mientras yo terminaba la preparatoria, y que si al terminar yo quería ir a alguna escuela en especial, el me seguiría al fin de mundo, no le importaría volver a empezar la carrera de arquitectura de nuevo en algún otro lugar, mientras estuviera conmigo, me repitió que me amaba, que siempre me había amado, y que nunca tendría ojos para otra mujer, me pidió perdón por no poder quererme como amigo, me dijo que lo había intentado, pero que le era imposible, que sabía que yo no le correspondía pero que él sería paciente, que solo le diera una oportunidad…
Sólo entonces pude alejarme lo suficiente y salir corriendo, no había rastro de Carmilla y llegué a casa, con la esperanza de que estuviera ahí, mis padres creían que llegaríamos tarde, además confiaban en Daniel por el tiempo de conocerlo, así que habían salido a cenar y luego a bailar, no había nadie en casa.
Subí las escaleras hasta nuestra habitación, la cama de mi hermana se encontraba revuelta, y ella se encontraba de espaldas a la puerta, mirando a la ventana”
En ese momento Berenice se levantó de la banca y comenzó a caminar, con la mirada perdida en el infinito, yo me puse de pie, pero me quedé ahí parado, observándola caminar de un lado a otro, mientras continuaba su relato…
-“ “¿Por qué?”, eso fue todo lo que Carmilla me dijo aún mirando a la ventana cuando sintió mi presencia en la habitación, yo no entendía y comencé a pedirle una explicación a Carmilla por haber salido del lugar, si se encontraba bien o si le pasaba algo. Entonces se dio vuelta para mirarme, sus ojos manchados de negro por la máscara de ojos corrida por los ojos, todo su maquillaje desecho por las lagrimas, la hacía verse realmente desfigurada, entonces apenas y esbozó una sonrisa, estirándome su mano, invitándome a acercarme a ella, yo sin dudarlo la tomé y me acerqué, quería ayudarla, pero entonces cuando estuve lo suficientemente cerca me tomo por la muñeca y me apretó mas, su cara se transformo en una mueca de dolor y ojos llenos de odio, comenzó a decirme que no era justo, que todo lo que ella había querido desde hacía años era a Daniel, y que ahora se lo quitaba, me dijo que ella nunca me había envidiado por tener tantos amigos, que no era justo que le hiciera ahora esto yo a ella, “no es justo, no es justo” seguía repitiendo mientras me apretaba con más fuerza y me arrastraba a la ventana, entonces me pidió perdón por lo que iba a hacer, pero que Florina tenía razón y era lo único que quedaba por hacer, yo trate de disuadirla cuándo me di cuenta de lo que se proponía, pero ella solo respondió diciendo: “es lo único que puedo hacer, sólo así él se fijara en mi, después de todo somos gemelas, que tienes tú que no pueda ofrecerle yo…perdón” y me arrojó por la ventana”
Berenice dejó de caminar en ese momento y se quedó inmóvil, sus ojos aún desenfocados, pero comenzó a sollozar lágrimas inexistentes, me acerqué para decirle que parara, que no dijera más, pero ella, aún sin mirarme, solo levanto una mano en señal de alto, indicándome que esperara, y continuó:
-“No sé cuánto tiempo me quedé inmóvil ahí, nuestra casa era pequeña y me encontraba muy mal herida, pero milagrosamente, no muerta, era obscuro y estaba semiinconsciente, aún cuando abrí los ojos no veía nada, la noche era demasiada espesa, no sé de dónde saqué fuerzas y comencé a arrastrarme hacía un sendero boscoso que se encontraba cerca de casa y cruzaba la ciudad, solíamos ir a correr ahí los fines de semana, de pronto, a medio camino, me encontraba agotada y el dolor comenzó, alguien me había transformado…
Tres días después me encontré en un lado más apartado y obscuro del mismo sendero, pero ya no estaba cerca de mi hogar, cuando volví en mi del todo, encontré a mi lado un vampiro tomándome la mano, se llamaba Mancerinio, me explico que había seguido mi rastro de sangre desde mi casa hasta el sendero, era “vegetariano”, suerte para mi, y me dijo que me encontraba muy mal herida, fracturas y vidrios enterrados por todo mi cuerpo, pero que él no podía dejarme morir así, y por eso me había convertido.
Vagué con él varios años, el era como un segundo padre para mí, me enseño a controlar mi sed, y a nunca beber sangre humana, hasta que un día nos encontramos con un aquelarre nómada y Mancerinio murió tratando de defender a una pobre mujer y su pequeña hija de ser devorados por aquél aquelarre, yo escapé porque Mancerinio me pidió que escapara, no quería dejarlo ahí, pero supe que lo que él quería es que evitara l sufrimiento de algún otro, cómo él había hecho conmigo y con tantos otros humanos, a los cuales no había convertido, pero si había salvado de ser la cena de algún otro vampiro, así que me marche”
En ese momento Berenice fue capaz de volver en sí y giró sobre si misma viéndome a los ojos…
-“Lo primero que hice fue regresar a Mississauga, investigué un poco sobre los antiguos “chismes y leyendas” de mi ciudad natal, descubrí que mi hermana había confesado todo, no había podido con la culpa, , les dijo a todos que Florina le había dado la idea: le había dicho esa noche de graduación que yo sabía lo que Daniel me iba a proponer, y que él y yo nos íbamos a ir lejos, pero que podía evitarlo si me sacaba del camino y así ella se quedaría con Daniel. Carmilla termino loca cuándo nunca encontraron mi cuerpo, y nunca pudieron probar algo contra Florina, pues no había testigos más que sus amigas quienes lo negaron todo. Daniel…oh, Daniel se sintió tan culpable por mi muerte que se suicidó, tomo medio bote de píldoras para dormir.
Y bueno si no has adivinado mi “don” aun, pues en realidad es en parte de lo que era cuando humana, conocía a mis amigos, porque era muy perceptiva, y aún lo soy ahora, algo como lo que le sucede a Jasper, sólo que lo mío va más allá, yo siento, leo y escucho no sólo los sentimientos de la gente, sino también sus pasiones más profundas, sus deseos más desesperados, eso me permite convertirme en lo que ellos quieren o necesitan, incluso mi apariencia física cambia ante sus ojos, yo no me transformo, es más como un engaño visual, ellos ven en mi lo que quieren ver tan desesperadamente, supongo que si no fuera vegetariana sería otra arma más a mi favor para engatusar a mis víctimas, pero no.
Es por eso que ese día del accidente supe que lo que más querías era morir, y no entendía, debo admitir que por eso te comencé a buscar, mi curiosidad era enorme…”un vampiro deseando la muerte”, que cosa tan bizarra, pero después mis motivos cambiaron, cuándo conocí a tu familia y me hablaron tantas cosas maravillosas de ti, eso sólo me hizo querer conocerte aún más, pero no sólo por tus extraños deseos, sino para comprobar todo lo que hablaban de ti, y ahora he visto que no lo es, se han quedado cortos, es probable que no hables mucho Edward, pero sé que eres un ser maravilloso, no sólo por fuera, sino por dentro…”
En ese momento Berenice se acercó a mí y tomó mi mano, se quedó en silencio esperando por mi respuesta. No sabía que decirle, si fuera humano, estaría seguramente sonrojado por lo que acababa de decir, pero también pensaba en otras cosas, por fin sabía porque me sentía tan cómodo con ella, con tanta confianza
Capítulo 7: Envidias
Me senté en el pasto frente a la banca donde ella estaba sentada, como un niño pequeño esperando escuchar una historia, en verdad estaba interesado, mi curiosidad aumentaba con cada segundo que pasaba y al parecer Berenice se dio cuenta, porque me miró y continuó:
-“Verás, cuando era joven era sumamente “popular” por decirlo así, yo nunca me consideré bonita ni nada, pero tenía muchos amigos, buenos amigos en verdad, realmente los quería y hacía todo lo que estuviera en mis manos por hacerlos felices, ellos también me querían mucho, no tenían malas intenciones ni nada, solo éramos un grupo realmente inseparable, yo los conocía demasiado bien, siempre sabía lo que necesitaban y querían y yo trataba de dárselos, eso sólo hacía que nos uniéramos aún más…
Desafortunadamente mi hermana gemela era muy tímida, era sumamente depresiva, posiblemente eso, y el corte de cabello, era lo que más nos diferenciaba, yo siempre trataba de integrarla a mi vida social, que saliera con nosotros, pero siempre se sentía tan fuera de lugar, nos evadía tanto, supongo que en ese momento no entendía porque, pero ahora lo sé… por Daniel.
Daniel era mi mejor amigo entre todos, yo siempre lo quise como un hermano por que nos conocíamos desde el secundario, pero supongo que él no me veía así a mí. El era más grande que yo, se encontraba en el último semestre y se iría pronto a la Universidad, era muy inteligente, pero por alguna razón se negaba a aceptar las becas que le ofrecían, prefería quedarse en el pequeño pueblo de Mississauga, Canadá, donde vivíamos y a lo máximo que aspiraba era entrar a la Universidad de Toronto que estaba a dos horas de camino del pueblo, era buena Universidad, pero él tenía un mundo de posibilidades y puertas abiertas, podía hacer lo que quisiera, pero prefería quedarse ahí.
Yo cursaba el último semestre de mi segundo año de preparatoria, y todos los de ultimo año se encontraban invitando a las chicas de su curso al baile de graduación, y Daniel me invitó a mí, al principio pensé que me lo pedía como un favor, porque Daniel no hablaba con ninguna chica, así que supuse que no tenía a quien invitar y por eso recurría a mi así que acepté de inmediato, cómo dije, me gustaba complacer a mis amigos dentro de lo posible. Ese día Daniel paso por mi hermana y por mí, la única petición que yo había hecho era llevar mi hermana conmigo, así que nos arreglamos, bueno, me arreglé y arreglé a Carmilla, mi hermana, y nos fuimos.Carmilla se la pasaba mirándonos mientras bailábamos, algún muchacho la invitaba a bailar, pero ella se negaba, simplemente nos miraba a Daniel y a mi bailar con una sonrisa, de pronto, una chica llamada Florina y su grupo de amigas se sentó en la mesa con mi hermana, el rostro de mi hermana cambió radicalmente y me dirigió una mirada de decepción, momentos después salió corriendo. Yo quise seguirla Florina nunca había sido amable conmigo y me preocupaba que hubiera lastimado a mi hermana, pero Daniel me apreso entre sus brazos y seguimos bailando, yo hice un intento por zafarme pero entonces el comenzó a hablar y mi cabeza entró en shock por sus palabras…
Él me dijo que estaba enamorado de mí, que se quedaría aquí en la Universidad para estar conmigo mientras yo terminaba la preparatoria, y que si al terminar yo quería ir a alguna escuela en especial, el me seguiría al fin de mundo, no le importaría volver a empezar la carrera de arquitectura de nuevo en algún otro lugar, mientras estuviera conmigo, me repitió que me amaba, que siempre me había amado, y que nunca tendría ojos para otra mujer, me pidió perdón por no poder quererme como amigo, me dijo que lo había intentado, pero que le era imposible, que sabía que yo no le correspondía pero que él sería paciente, que solo le diera una oportunidad…
Sólo entonces pude alejarme lo suficiente y salir corriendo, no había rastro de Carmilla y llegué a casa, con la esperanza de que estuviera ahí, mis padres creían que llegaríamos tarde, además confiaban en Daniel por el tiempo de conocerlo, así que habían salido a cenar y luego a bailar, no había nadie en casa.
Subí las escaleras hasta nuestra habitación, la cama de mi hermana se encontraba revuelta, y ella se encontraba de espaldas a la puerta, mirando a la ventana”
En ese momento Berenice se levantó de la banca y comenzó a caminar, con la mirada perdida en el infinito, yo me puse de pie, pero me quedé ahí parado, observándola caminar de un lado a otro, mientras continuaba su relato…
-“ “¿Por qué?”, eso fue todo lo que Carmilla me dijo aún mirando a la ventana cuando sintió mi presencia en la habitación, yo no entendía y comencé a pedirle una explicación a Carmilla por haber salido del lugar, si se encontraba bien o si le pasaba algo. Entonces se dio vuelta para mirarme, sus ojos manchados de negro por la máscara de ojos corrida por los ojos, todo su maquillaje desecho por las lagrimas, la hacía verse realmente desfigurada, entonces apenas y esbozó una sonrisa, estirándome su mano, invitándome a acercarme a ella, yo sin dudarlo la tomé y me acerqué, quería ayudarla, pero entonces cuando estuve lo suficientemente cerca me tomo por la muñeca y me apretó mas, su cara se transformo en una mueca de dolor y ojos llenos de odio, comenzó a decirme que no era justo, que todo lo que ella había querido desde hacía años era a Daniel, y que ahora se lo quitaba, me dijo que ella nunca me había envidiado por tener tantos amigos, que no era justo que le hiciera ahora esto yo a ella, “no es justo, no es justo” seguía repitiendo mientras me apretaba con más fuerza y me arrastraba a la ventana, entonces me pidió perdón por lo que iba a hacer, pero que Florina tenía razón y era lo único que quedaba por hacer, yo trate de disuadirla cuándo me di cuenta de lo que se proponía, pero ella solo respondió diciendo: “es lo único que puedo hacer, sólo así él se fijara en mi, después de todo somos gemelas, que tienes tú que no pueda ofrecerle yo…perdón” y me arrojó por la ventana”
Berenice dejó de caminar en ese momento y se quedó inmóvil, sus ojos aún desenfocados, pero comenzó a sollozar lágrimas inexistentes, me acerqué para decirle que parara, que no dijera más, pero ella, aún sin mirarme, solo levanto una mano en señal de alto, indicándome que esperara, y continuó:
-“No sé cuánto tiempo me quedé inmóvil ahí, nuestra casa era pequeña y me encontraba muy mal herida, pero milagrosamente, no muerta, era obscuro y estaba semiinconsciente, aún cuando abrí los ojos no veía nada, la noche era demasiada espesa, no sé de dónde saqué fuerzas y comencé a arrastrarme hacía un sendero boscoso que se encontraba cerca de casa y cruzaba la ciudad, solíamos ir a correr ahí los fines de semana, de pronto, a medio camino, me encontraba agotada y el dolor comenzó, alguien me había transformado…
Tres días después me encontré en un lado más apartado y obscuro del mismo sendero, pero ya no estaba cerca de mi hogar, cuando volví en mi del todo, encontré a mi lado un vampiro tomándome la mano, se llamaba Mancerinio, me explico que había seguido mi rastro de sangre desde mi casa hasta el sendero, era “vegetariano”, suerte para mi, y me dijo que me encontraba muy mal herida, fracturas y vidrios enterrados por todo mi cuerpo, pero que él no podía dejarme morir así, y por eso me había convertido.
Vagué con él varios años, el era como un segundo padre para mí, me enseño a controlar mi sed, y a nunca beber sangre humana, hasta que un día nos encontramos con un aquelarre nómada y Mancerinio murió tratando de defender a una pobre mujer y su pequeña hija de ser devorados por aquél aquelarre, yo escapé porque Mancerinio me pidió que escapara, no quería dejarlo ahí, pero supe que lo que él quería es que evitara l sufrimiento de algún otro, cómo él había hecho conmigo y con tantos otros humanos, a los cuales no había convertido, pero si había salvado de ser la cena de algún otro vampiro, así que me marche”
En ese momento Berenice fue capaz de volver en sí y giró sobre si misma viéndome a los ojos…
-“Lo primero que hice fue regresar a Mississauga, investigué un poco sobre los antiguos “chismes y leyendas” de mi ciudad natal, descubrí que mi hermana había confesado todo, no había podido con la culpa, , les dijo a todos que Florina le había dado la idea: le había dicho esa noche de graduación que yo sabía lo que Daniel me iba a proponer, y que él y yo nos íbamos a ir lejos, pero que podía evitarlo si me sacaba del camino y así ella se quedaría con Daniel. Carmilla termino loca cuándo nunca encontraron mi cuerpo, y nunca pudieron probar algo contra Florina, pues no había testigos más que sus amigas quienes lo negaron todo. Daniel…oh, Daniel se sintió tan culpable por mi muerte que se suicidó, tomo medio bote de píldoras para dormir.
Y bueno si no has adivinado mi “don” aun, pues en realidad es en parte de lo que era cuando humana, conocía a mis amigos, porque era muy perceptiva, y aún lo soy ahora, algo como lo que le sucede a Jasper, sólo que lo mío va más allá, yo siento, leo y escucho no sólo los sentimientos de la gente, sino también sus pasiones más profundas, sus deseos más desesperados, eso me permite convertirme en lo que ellos quieren o necesitan, incluso mi apariencia física cambia ante sus ojos, yo no me transformo, es más como un engaño visual, ellos ven en mi lo que quieren ver tan desesperadamente, supongo que si no fuera vegetariana sería otra arma más a mi favor para engatusar a mis víctimas, pero no.
Es por eso que ese día del accidente supe que lo que más querías era morir, y no entendía, debo admitir que por eso te comencé a buscar, mi curiosidad era enorme…”un vampiro deseando la muerte”, que cosa tan bizarra, pero después mis motivos cambiaron, cuándo conocí a tu familia y me hablaron tantas cosas maravillosas de ti, eso sólo me hizo querer conocerte aún más, pero no sólo por tus extraños deseos, sino para comprobar todo lo que hablaban de ti, y ahora he visto que no lo es, se han quedado cortos, es probable que no hables mucho Edward, pero sé que eres un ser maravilloso, no sólo por fuera, sino por dentro…”
En ese momento Berenice se acercó a mí y tomó mi mano, se quedó en silencio esperando por mi respuesta. No sabía que decirle, si fuera humano, estaría seguramente sonrojado por lo que acababa de decir, pero también pensaba en otras cosas, por fin sabía porque me sentía tan cómodo con ella, con tanta confianza
Berenice Townsend- Cantidad de envíos : 4665
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Localización : México, D.F.
Fecha de inscripción : 02/03/2009
Re: mas alla de la media noche!!!!
no cupo todo, aki lo ke falto
-“Vaya”-dije amablemente-“ahora comprendo porque me sentía tan bien a tu lado, por que en verdad siempre sabes lo que necesito”
-“¿Cómo? ”- preguntó Berenice sumamente confundida- “no Edward, espera, no es así, en verdad, me halaga que te sientas bien conmigo porque es mutuo, pero verás, mi don es más o menos como el de Alice, ¿recuerdas como sus visiones solo son certeras cuando alguien toma una decisión?...bueno yo solo puedo complacer a la gente cuando tienen claro lo que quieren, pero tú, tu estas tan confundido, tan mezclado entre el dolor y otros sentimientos al mismo tiempo, que ni tú sabes lo que realmente necesitas, cierto es que percibo cosas, como cuando tienes la necesidad de quedarte sólo a pensar, pero fuera de detalles cómo ese tu eres inmune a mí, o debería decir yo soy incapaz de saber lo que quieres, y no puedo dártelo”
Así que la comodidad que sentía con Berenice no era manipulación, era verdadera satisfacción y en cierta forma alegría, eso en realidad me hacía sentir muy bien, pero también me asustaba irremediablemente. Berenice y yo permanecimos sin decir nada, solo mirándonos el uno al otro, hasta que una voz rompió aquél cómodo silencio…
-“¡Ey ustedes dos!, recuerden que hoy hay banquete, y TIENEN que asistir, no lleguen tarde o mi amo se molestara”- la voz de Jane había disturbado el ambiente irremediablemente, estaba asomada en una de las ventanas del castillo que daba hacia el jardín, llamándonos y en su cara se había formado una sonrisa de malicia y sed al mencionar la palabra “banquete”. Le envió una mirada despectiva a Berenice y desapareció, entrando nuevamente al castillo.
Berenice era vegetariana al igual que yo, pero también se veía obligada a asistir a las cenas de los Volturi, en cierta forma agradecía que ella estuviera ahí también, ayudándome a soportar el asco, pero sobre todo… la sed, despeje esos pensamientos en seguida.
-“Si sabes los deseos de todos, y los puedes hacer tan…no sé cómo decirlo, ¿felices?, ¿cómo es que Jane y Alec te odian tanto?
-“Bueno”- contestó Berenice con una sonrisa- “por una parte porque lo que Jane siente son celos, y lo que más desea es verme muerta, ha, eso obvio o lo puedo cumplir, Alec, sólo responde al dolor de su hermana. Por otra parte no hago nada por solucionarlo porque, llámame egoísta, pero en este castillo tan solo, además de tu compañía, su frustración y enojo es lo que más me divierte”
Berenice comenzó a reír avergonzada por la confesión que acababa de hacer, y no pude evitar reírme también, pronto nos encontrábamos riendo histéricamente sin poder contenernos
-“Vaya”-dije amablemente-“ahora comprendo porque me sentía tan bien a tu lado, por que en verdad siempre sabes lo que necesito”
-“¿Cómo? ”- preguntó Berenice sumamente confundida- “no Edward, espera, no es así, en verdad, me halaga que te sientas bien conmigo porque es mutuo, pero verás, mi don es más o menos como el de Alice, ¿recuerdas como sus visiones solo son certeras cuando alguien toma una decisión?...bueno yo solo puedo complacer a la gente cuando tienen claro lo que quieren, pero tú, tu estas tan confundido, tan mezclado entre el dolor y otros sentimientos al mismo tiempo, que ni tú sabes lo que realmente necesitas, cierto es que percibo cosas, como cuando tienes la necesidad de quedarte sólo a pensar, pero fuera de detalles cómo ese tu eres inmune a mí, o debería decir yo soy incapaz de saber lo que quieres, y no puedo dártelo”
Así que la comodidad que sentía con Berenice no era manipulación, era verdadera satisfacción y en cierta forma alegría, eso en realidad me hacía sentir muy bien, pero también me asustaba irremediablemente. Berenice y yo permanecimos sin decir nada, solo mirándonos el uno al otro, hasta que una voz rompió aquél cómodo silencio…
-“¡Ey ustedes dos!, recuerden que hoy hay banquete, y TIENEN que asistir, no lleguen tarde o mi amo se molestara”- la voz de Jane había disturbado el ambiente irremediablemente, estaba asomada en una de las ventanas del castillo que daba hacia el jardín, llamándonos y en su cara se había formado una sonrisa de malicia y sed al mencionar la palabra “banquete”. Le envió una mirada despectiva a Berenice y desapareció, entrando nuevamente al castillo.
Berenice era vegetariana al igual que yo, pero también se veía obligada a asistir a las cenas de los Volturi, en cierta forma agradecía que ella estuviera ahí también, ayudándome a soportar el asco, pero sobre todo… la sed, despeje esos pensamientos en seguida.
-“Si sabes los deseos de todos, y los puedes hacer tan…no sé cómo decirlo, ¿felices?, ¿cómo es que Jane y Alec te odian tanto?
-“Bueno”- contestó Berenice con una sonrisa- “por una parte porque lo que Jane siente son celos, y lo que más desea es verme muerta, ha, eso obvio o lo puedo cumplir, Alec, sólo responde al dolor de su hermana. Por otra parte no hago nada por solucionarlo porque, llámame egoísta, pero en este castillo tan solo, además de tu compañía, su frustración y enojo es lo que más me divierte”
Berenice comenzó a reír avergonzada por la confesión que acababa de hacer, y no pude evitar reírme también, pronto nos encontrábamos riendo histéricamente sin poder contenernos
Berenice Townsend- Cantidad de envíos : 4665
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Fecha de inscripción : 02/03/2009
Re: mas alla de la media noche!!!!
Maaaaaaaaaaaaaaaaás! XD
Bella Swan- Cantidad de envíos : 3741
Edad : 31
Localización : adsadalandia
Fecha de inscripción : 02/02/2009
Re: mas alla de la media noche!!!!
Wao!
Extraño a Bella, pero la historia esta muy interesante, como siempre tus fics me atrapan, aii, la historia o tu historia, awww, T___________T; espero que Bella resucite, aunque si pasaron 17 años supongo q otra humana aparecera!! Bells, Bells!!
Sii, kiero mas!!! mas!! mas!!
Bere esta genial, seguilo!!!!
Carlisle Cullen- Cantidad de envíos : 631
Edad : 35
Localización : Tabasco, Mexico
Fecha de inscripción : 11/03/2009
Re: mas alla de la media noche!!!!
perdon por la tardanza, pero en dias anteriores no me encontraba en capacidad de subir, ya todo arreglado asi ke...cap!!!! disfruiten!!!
Capítulo 8: Melodía
Cada vez era igual, el mismo asco hacia los de mi especie por cometer tal atrocidad. Nos encontrábamos en mi habitación, yo estaba terminando de abotonar mi saco, esta ocasión en especial nos veíamos obligados a vestir de gala, como una bofetada, Marco había preparado personalmente el “banquete” para celebrar los 20 años de mi estadía en el castillo y 6 meses de la de Berenice.
-“Tranquilo, todo pasara pronto”- la voz de Berenice interrumpió mis pensamientos, ella posó una mano sobre mi hombro…-“tal vez esta noche podamos la suerte esté de nuestro lado y podamos salvar a alguna víctima”
-“Claro”- no pude ocultar ni una nota de la amargura que se percibía claramente en mi voz-“como hemos podido salvar a “taantos” antes”- remate irónicamente.
Cada vez que Berenice o yo habíamos tratado de hacer algo para salar a un humano Jane nos detenía, bueno, a decir verdad me detenía a mí, Aro le había prohibido usar su don contra ella, Bernice por su parte prometía no hacer nada por ayudar a los humanos si Jane paraba el olor que me provocaba.
Terminé de vestirme y bajamos las escalera hacia el salón principal, las puertas se encontraban cerradas pero sin llave, esperando la entrada de Heidi con la “cena”. Todos los Volturi se encontraban ahí, Berenice y yo nos dirigimos a ocupar nuestro lugar en un rincón de la estancia, pero Marco nos detuvo…
-“¡Bernice!”- dije Marco tomando a mi acompañante por la muñeca sin previo aviso, haciéndola girar obre su propio eje para admirarla mejor -“te ves…despampanante”
Marco admiraba de forma impropia cada uno de los rasgo de Berenice, poniendo especial “atención” sobre la caída de su vestido rojo. En verdad ella se veía hermosa, pero no había ningún motivo por el cual Marco debiera verla así…me irritaba. Cuando termino de “admirarla” me dirigió una mirada llena de odio y continuó…
-“Edward”- dijo en el tono más frio y lleno de amargura posible-“como sabes ustedes son los anfitriones de esta fiesta, es decir, estamos aquí para celebrar su estancia, así que supongo que no es más que conveniente que recibas personalmente a todos los invitados que aún no han llegado, vampiros…o humanos”
Odiaba el castigo de Marco, y esta nueva forma de humillarme, recibir y saludar a esas pobres personas personalmente, guiarlas a su destino final. Pude crecer como un rugido de ira crecía en mi interior, pero antes de que pudiera ser expulsado por mi boca, Marco con continuó, interrumpiéndome.
-“Estarás junto a la puerta toda la velada, Heidi a prometido traernos un “menú” de 40 humanos exactamente, así que si falta uno solo, te las veras conmigo personalmente. Espero que con esto, no cruce por tu mente alguna estúpida idea, conozco demasiado bien tu ridículo sentimiento de jugar al santo con nuestra comida…EVITALO.”
-“Edward”- me dijo Berenice jalándome por el hombre, seguramente sabía que en ese instante no hubiera deseado nada más que matar a Marco ahí, en ese instante, sin importarme las consecuencias-“vamos, no te dejaré en toda la noche, lo resolveremos, lo prometo.”
Berenice me guió hasta la puerta principal, y tomo su posición al lado derecho, de pronto escuche que a lo lejos el golpeteo de unos tacones de mujer, agiles, seguido de varias pisadas más pesadas, torpes, apresuradas…Heidi y compañía.
Unos instantes después alguien empujó la puerta.
“¡Edward!”- dijo Heidi con una voz grave y juguetona, tratando de sonar seductora, para luego mirar con desprecio y arrogancia a mi acompañante soltando un “Berenice, buena noche” y siguió de largo.
Ahí, tras la puerta se encontraba un grupo de humanos, algunos con pinta de campesinos, otros tantos con cámaras fotográficas alrededor de su cuello, dos madres con sus hijos en brazos (petición especial de Jane seguramente), y otros rostros más en los cuales no quería pensar.
Uno a uno fueron pasando, extendiéndome la mano para saludarlos, cada vez era más difícil responderles el gesto, pero tenía que hacerlo, Jane y Marcus se encontraban a mis espaldas observándome, por si realizaba algún movimiento extraño, cuando por fin terminaron de pasar todos y se me ordeno cerrar la puerta.
Yo obedecí, pero la dejé sin seguro, nada me prohibía dejarles una salida, no los ayudaría a escapar, pero tampoco me interpondría si alguno lograba salir de ahí, aun cuando sabia que eso era casi imposible, tenía que mantener la esperanza de que alguno pudiera salir de ahí ileso.
Berenice me tomo de la mano y me jalo hacia un rincón, me abrazó y empezó a canturrear algo que no comprendí en mi oído, tal vez en un pobre intento de evitar que las voces y los gritos me perturbaran más.
De pronto escuché unos pasos provenientes del otro lado de la puerta, eran unos pasos pesados y lentos, eran unos pasos humanos, pero antes de que pudiera zafarme de los brazos de Berenice, para salvar a una víctima más la puerta se abrió…
No necesité girar mi cara por completo para que la brisa que se colaba trajera consigo el aroma de la persona que acababa de cruzar la puerta…
Mi garganta empezó a arder cómo hacia 20 años no lo hacía, la sed era insoportable y podía sentir como un monstruo resurgía de mi interior, demandándome su sangre, sólo en ese instante mis ojos se encontraron con los de la chica que acababa de entrar en la habitación, unos ojos chocolate, profundos y templados, el dolor se acrecentó.
Ahora no sabía que dolía más si la sed, o el recuerdo. Pero mis instintos de vampiro eran más fuertes que nunca, rehusándose a ser contenidos como lo había estado por dos décadas. Berenice sintió la tensión y me jaló al otro lado de la habitación, donde comencé a doblarme del dolor y la sed, cuando por fin pude enfocar mi mirada vi a la chica que aun se encontraba congelada en el lugar donde la había dejado, observándome con una mezcla de confusión, miedo y desesperación. Todos estaban demasiado concentrados en su festín como para darse cuenta de su presencia, hasta que de pronto no pude más con el dolor y estiré mi mano en busca de un apoyo, aunque no lo necesitaba para sostenerme, la sed era demasiada fuerte y necesitaba algo que apretar para desviar las fuerzas del monstruo que rugía por el olor en mi garganta.
-“Alto”- gritó Aro, quien se encontraba mirándome ahora con una sonrisa, y me tocaba deliberadamente la mano.
En ese momento todos voltearon a ver a la chica que ahora se encontraba hiperventilado, podía percibir el pánico en su acelerada respiración, pronto todos los vampiros ahí presentes comenzaron a acercarse lentamente hacia ella, podrían haberla derribado en un segundo, pero al parecer la lentitud con la que avanzaban era sólo una forma sádica de aumentar la agonía de aquella pobre chica.
Cruce la habitación y me encontré a un lado de ella en instantes, protegiéndola de los demás vampiros, pero no era como antes, esta vez una parte de mi protegía a su presa de otros acechadores, no quería compartirla con nadie. Berenice llegó y se colocó en mi flanco derecha, intercambiando miradas de confusión entre los vampiros que se acercaban cada vez más, intercaladas con miradas hacia la chica y yo, sin saber qué hacer. Una ráfaga de viento entro por la ventana, soplando hacia mi cara la fragancia de la chica que se encontraba junto a mí, casi podía saborearla, la quería, la necesitaba, estaba sediento, más sediento que nunca.
Miré a los ojos a aquella humana y vi reflejada en sus ojos mi mirada, la mirada de un cazador infalible, en ese momento la respiración de la chica se aceleró aun más y cayó inconsciente al suelo. Por un momento pensé en estírame para evitar que su cuerpo tocara el suelo, pero sabía que si la tocaba, la poca voluntad que me detenía de beberme su sangre se derribaría, así que solo la dejé caer.
-“¡DIJE ALTO!”- volvió a gritar Aro, esta vez con un tono imperioso y seco –“al parecer el destino le ha traído un regalo a nuestro anfitrión, ¡vaya Edward!, que mejor manera de festejar tus 20 años de estadía aquí, ¿no crees?”- me pregunto alzando una ceja, yo fui incapaz de responder.
“Su sangre canta para ti, no lo niegues”- dijo Aro en un tono burlón –“lo he visto y sentido cuándo toque tu mano, la deseas…Felicidades, dos cantantes en una sola existencia, que envidia. Pero para demostrarte que aún somos capaz de ser compasivos contigo, ésta”- dijo señalando con la cabeza en tono despectivo a la chica en el suelo – “será toda tuya, puedes hacer lo que quieras con ella”
¡Toda mía!, mi cabeza empezó a girar, una parte de mi se regocijaba, deseaba beber hasta la última gota de su sangre, dejar su cuerpo vació, sin ni un solo rastro de sangre; pero otra parte de mi me gritaba que me detuviera, me rogaba que no hiciera algo con lo cual me terminara de condenar a mi mismo por el resto de mis días. El viento silbaba con más fuerza, mi mente estar perdiendo la razón, porque en ese momento pude escuchar la voz de Bella… “No lo hagas Edward, recuerda quien eres, recuérdame”. La escuchaba tan clara como aquél último día, como si ella estuviera a mi lado, rogándome que no hiciera nada. Esto último solo me perturbo más, aumentando la agonía en la que me encontraba…
“…Toda tuya, puedes hacer lo que quieras con ella” había dicho Aro, así que incapaz de encontrar una solución, me dirigí a Berenice
-“Tómala. A mi habitación. Ya”- fue todo lo que pude decir, aun retorciéndome de la sed, sabía que si la tocaba ya no tendría la capacidad de pensar, así que sería mejor que Berenice se la llevara de ahí. Ella la tomo entre sus brazos y salió corriendo, yo detrás de ella.
Capítulo 8: Melodía
Cada vez era igual, el mismo asco hacia los de mi especie por cometer tal atrocidad. Nos encontrábamos en mi habitación, yo estaba terminando de abotonar mi saco, esta ocasión en especial nos veíamos obligados a vestir de gala, como una bofetada, Marco había preparado personalmente el “banquete” para celebrar los 20 años de mi estadía en el castillo y 6 meses de la de Berenice.
-“Tranquilo, todo pasara pronto”- la voz de Berenice interrumpió mis pensamientos, ella posó una mano sobre mi hombro…-“tal vez esta noche podamos la suerte esté de nuestro lado y podamos salvar a alguna víctima”
-“Claro”- no pude ocultar ni una nota de la amargura que se percibía claramente en mi voz-“como hemos podido salvar a “taantos” antes”- remate irónicamente.
Cada vez que Berenice o yo habíamos tratado de hacer algo para salar a un humano Jane nos detenía, bueno, a decir verdad me detenía a mí, Aro le había prohibido usar su don contra ella, Bernice por su parte prometía no hacer nada por ayudar a los humanos si Jane paraba el olor que me provocaba.
Terminé de vestirme y bajamos las escalera hacia el salón principal, las puertas se encontraban cerradas pero sin llave, esperando la entrada de Heidi con la “cena”. Todos los Volturi se encontraban ahí, Berenice y yo nos dirigimos a ocupar nuestro lugar en un rincón de la estancia, pero Marco nos detuvo…
-“¡Bernice!”- dije Marco tomando a mi acompañante por la muñeca sin previo aviso, haciéndola girar obre su propio eje para admirarla mejor -“te ves…despampanante”
Marco admiraba de forma impropia cada uno de los rasgo de Berenice, poniendo especial “atención” sobre la caída de su vestido rojo. En verdad ella se veía hermosa, pero no había ningún motivo por el cual Marco debiera verla así…me irritaba. Cuando termino de “admirarla” me dirigió una mirada llena de odio y continuó…
-“Edward”- dijo en el tono más frio y lleno de amargura posible-“como sabes ustedes son los anfitriones de esta fiesta, es decir, estamos aquí para celebrar su estancia, así que supongo que no es más que conveniente que recibas personalmente a todos los invitados que aún no han llegado, vampiros…o humanos”
Odiaba el castigo de Marco, y esta nueva forma de humillarme, recibir y saludar a esas pobres personas personalmente, guiarlas a su destino final. Pude crecer como un rugido de ira crecía en mi interior, pero antes de que pudiera ser expulsado por mi boca, Marco con continuó, interrumpiéndome.
-“Estarás junto a la puerta toda la velada, Heidi a prometido traernos un “menú” de 40 humanos exactamente, así que si falta uno solo, te las veras conmigo personalmente. Espero que con esto, no cruce por tu mente alguna estúpida idea, conozco demasiado bien tu ridículo sentimiento de jugar al santo con nuestra comida…EVITALO.”
-“Edward”- me dijo Berenice jalándome por el hombre, seguramente sabía que en ese instante no hubiera deseado nada más que matar a Marco ahí, en ese instante, sin importarme las consecuencias-“vamos, no te dejaré en toda la noche, lo resolveremos, lo prometo.”
Berenice me guió hasta la puerta principal, y tomo su posición al lado derecho, de pronto escuche que a lo lejos el golpeteo de unos tacones de mujer, agiles, seguido de varias pisadas más pesadas, torpes, apresuradas…Heidi y compañía.
Unos instantes después alguien empujó la puerta.
“¡Edward!”- dijo Heidi con una voz grave y juguetona, tratando de sonar seductora, para luego mirar con desprecio y arrogancia a mi acompañante soltando un “Berenice, buena noche” y siguió de largo.
Ahí, tras la puerta se encontraba un grupo de humanos, algunos con pinta de campesinos, otros tantos con cámaras fotográficas alrededor de su cuello, dos madres con sus hijos en brazos (petición especial de Jane seguramente), y otros rostros más en los cuales no quería pensar.
Uno a uno fueron pasando, extendiéndome la mano para saludarlos, cada vez era más difícil responderles el gesto, pero tenía que hacerlo, Jane y Marcus se encontraban a mis espaldas observándome, por si realizaba algún movimiento extraño, cuando por fin terminaron de pasar todos y se me ordeno cerrar la puerta.
Yo obedecí, pero la dejé sin seguro, nada me prohibía dejarles una salida, no los ayudaría a escapar, pero tampoco me interpondría si alguno lograba salir de ahí, aun cuando sabia que eso era casi imposible, tenía que mantener la esperanza de que alguno pudiera salir de ahí ileso.
Berenice me tomo de la mano y me jalo hacia un rincón, me abrazó y empezó a canturrear algo que no comprendí en mi oído, tal vez en un pobre intento de evitar que las voces y los gritos me perturbaran más.
De pronto escuché unos pasos provenientes del otro lado de la puerta, eran unos pasos pesados y lentos, eran unos pasos humanos, pero antes de que pudiera zafarme de los brazos de Berenice, para salvar a una víctima más la puerta se abrió…
No necesité girar mi cara por completo para que la brisa que se colaba trajera consigo el aroma de la persona que acababa de cruzar la puerta…
Mi garganta empezó a arder cómo hacia 20 años no lo hacía, la sed era insoportable y podía sentir como un monstruo resurgía de mi interior, demandándome su sangre, sólo en ese instante mis ojos se encontraron con los de la chica que acababa de entrar en la habitación, unos ojos chocolate, profundos y templados, el dolor se acrecentó.
Ahora no sabía que dolía más si la sed, o el recuerdo. Pero mis instintos de vampiro eran más fuertes que nunca, rehusándose a ser contenidos como lo había estado por dos décadas. Berenice sintió la tensión y me jaló al otro lado de la habitación, donde comencé a doblarme del dolor y la sed, cuando por fin pude enfocar mi mirada vi a la chica que aun se encontraba congelada en el lugar donde la había dejado, observándome con una mezcla de confusión, miedo y desesperación. Todos estaban demasiado concentrados en su festín como para darse cuenta de su presencia, hasta que de pronto no pude más con el dolor y estiré mi mano en busca de un apoyo, aunque no lo necesitaba para sostenerme, la sed era demasiada fuerte y necesitaba algo que apretar para desviar las fuerzas del monstruo que rugía por el olor en mi garganta.
-“Alto”- gritó Aro, quien se encontraba mirándome ahora con una sonrisa, y me tocaba deliberadamente la mano.
En ese momento todos voltearon a ver a la chica que ahora se encontraba hiperventilado, podía percibir el pánico en su acelerada respiración, pronto todos los vampiros ahí presentes comenzaron a acercarse lentamente hacia ella, podrían haberla derribado en un segundo, pero al parecer la lentitud con la que avanzaban era sólo una forma sádica de aumentar la agonía de aquella pobre chica.
Cruce la habitación y me encontré a un lado de ella en instantes, protegiéndola de los demás vampiros, pero no era como antes, esta vez una parte de mi protegía a su presa de otros acechadores, no quería compartirla con nadie. Berenice llegó y se colocó en mi flanco derecha, intercambiando miradas de confusión entre los vampiros que se acercaban cada vez más, intercaladas con miradas hacia la chica y yo, sin saber qué hacer. Una ráfaga de viento entro por la ventana, soplando hacia mi cara la fragancia de la chica que se encontraba junto a mí, casi podía saborearla, la quería, la necesitaba, estaba sediento, más sediento que nunca.
Miré a los ojos a aquella humana y vi reflejada en sus ojos mi mirada, la mirada de un cazador infalible, en ese momento la respiración de la chica se aceleró aun más y cayó inconsciente al suelo. Por un momento pensé en estírame para evitar que su cuerpo tocara el suelo, pero sabía que si la tocaba, la poca voluntad que me detenía de beberme su sangre se derribaría, así que solo la dejé caer.
-“¡DIJE ALTO!”- volvió a gritar Aro, esta vez con un tono imperioso y seco –“al parecer el destino le ha traído un regalo a nuestro anfitrión, ¡vaya Edward!, que mejor manera de festejar tus 20 años de estadía aquí, ¿no crees?”- me pregunto alzando una ceja, yo fui incapaz de responder.
“Su sangre canta para ti, no lo niegues”- dijo Aro en un tono burlón –“lo he visto y sentido cuándo toque tu mano, la deseas…Felicidades, dos cantantes en una sola existencia, que envidia. Pero para demostrarte que aún somos capaz de ser compasivos contigo, ésta”- dijo señalando con la cabeza en tono despectivo a la chica en el suelo – “será toda tuya, puedes hacer lo que quieras con ella”
¡Toda mía!, mi cabeza empezó a girar, una parte de mi se regocijaba, deseaba beber hasta la última gota de su sangre, dejar su cuerpo vació, sin ni un solo rastro de sangre; pero otra parte de mi me gritaba que me detuviera, me rogaba que no hiciera algo con lo cual me terminara de condenar a mi mismo por el resto de mis días. El viento silbaba con más fuerza, mi mente estar perdiendo la razón, porque en ese momento pude escuchar la voz de Bella… “No lo hagas Edward, recuerda quien eres, recuérdame”. La escuchaba tan clara como aquél último día, como si ella estuviera a mi lado, rogándome que no hiciera nada. Esto último solo me perturbo más, aumentando la agonía en la que me encontraba…
“…Toda tuya, puedes hacer lo que quieras con ella” había dicho Aro, así que incapaz de encontrar una solución, me dirigí a Berenice
-“Tómala. A mi habitación. Ya”- fue todo lo que pude decir, aun retorciéndome de la sed, sabía que si la tocaba ya no tendría la capacidad de pensar, así que sería mejor que Berenice se la llevara de ahí. Ella la tomo entre sus brazos y salió corriendo, yo detrás de ella.
Berenice Townsend- Cantidad de envíos : 4665
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Fecha de inscripción : 02/03/2009
Re: mas alla de la media noche!!!!
aaaaaaaaaaaaaa! yo juraba que era bella >.<! como es posible que no sea ella T___________T! nononono quiero a Bella, bella bella! XD
Bella Swan- Cantidad de envíos : 3741
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Re: mas alla de la media noche!!!!
buuuuuuuuuu para miii!!! bueno se ke las he tenido muy abandonadas y si despues de mi torpeza vuelven a leer mi fic, les estare eternamente agradecida jajaja para compensar dejo 3 caps ke espero ke comenten y les gusten!!!!!!!!!!!!
los kiero!!!!!!!!!!!!!!!!
los kiero!!!!!!!!!!!!!!!!
Última edición por Berenice Townsend el Vie Abr 24, 2009 10:01 am, editado 1 vez
Berenice Townsend- Cantidad de envíos : 4665
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Re: mas alla de la media noche!!!!
Capítulo 9: Nueva Integrante
Entre a mi habitación, Berenice de inmediatamente acunó a la chica humana en sus brazos y se dirigió a la esquina de mi habitación, lo más alejada de mí, yo, aún cuando deseaba su sangre, luché con todas mis fuerzas por no acercarme y me tire al piso en cuanto crucé la puerta.
-“Edward...basta”- me rogó Berenice –“sé lo que deseas en este momento, no lo hagas por favor, no soportaría lastimarte y sabes bien que si decides dejar salir al monstruo que ruge en tu interior, preferiría mil veces sacrificar la vida de una humana a hacerte daño, no seré capaz de defenderla más..de defenderla de ti.”
-“Ah, si tan solo hubiera una forma” –fue lo único que pude decir.
-“La hay, siempre hay una forma” - me dijo ella en un tono desesperado, implorando.
En ese momento se escucharon unos pasos desde el pasillo, voces llenas de furia, segundos después alguien tocaba a la puerta impaciente.
-“ARGHH, ¿ACASO PODRÍAS SER MÁS IMBÉCIL?” – rugió Marco al otro lado de la puerta
-“Edward, vienen por la chica, la desea, no solo su sangre, desea matarla sin compasión”- me dijo Berenice sollozando sin lágrimas, era la primera vez que la veía tan asustada.
Mi concentración se rompió en ese momento, la sed, los sollozos de Berenice, las voces fúricas provenientes de fuera de la habitación, la respiración entrecortada de la chica que aun se encontraba inconsciente, y peor aún, el sonido de su corazón. Tapé mis oídos como si con eso pudiera acallar las voces pero era imposible, era como si me encontrara en un callejón sin salida donde todos y cada uno de los seres existentes en el planeta me gritaran al mismo tiempo.
-“¡SABEMOS QUE LA CHICA AÚN ES HUMANA EDWARD, PUEDO OLERLA DESDE AQUÍ!”- me gritó Aro
-“¡DIJISTE QUE PODIA HACER LO QUE QUISIERA CON ELLA!”- grité en respuesta, usando el aire que me quedaba- “HE DECIDIDO NO HACER NADA.”
-“¡TAL VEZ TU NO, PERO CONOCES LAS REGLAS, ELLA VIÓ DEMASIADO, SI TU NO ERES CAPAZ, NOSOTROS TERMINAREMOS EL TRABAJO…ABRE LA MALITA PUERTA!”- dijo Aro exasperado
Me disponía a decirle que no lo haría, que esta vez daría mi vida si fuera necesario para evitar el sufrimiento de aquella pobre humana, pero me quedé sin aire y tuve que respirar para poder articular las palabras… Esta vez fue peor, su esencia quemaba mi garganta como nunca antes, “¡al diablo!” –pensé- , sentí como mi mirada se tornaba negra, la mirada de un asesino. Estaba a punto de abalanzarme sobre la chica cuando escuché su grito de dolor, eso me hizo volver en mí y acto seguido vi los colmillos de Berenice enterrados en la muñeca derecha de la chica…
¿? POV
Sabía que estaba inconsciente, podía sentirme a mi misma sumiéndome en un sopor cada vez más profundo, en un abismo del cuál por más que luchaba por salir, me era imposible alcanzar el borde.
Mil imágenes pasaban por mi mente en segundos: mi madre, mi padre, el sobre con los boletos que me habían traído aquí, recuerdos de cuando era pequeña, corriendo por los jardines de mi casa, el aniversario de mis padres…y después, imágenes de momentos que nunca había experimentado pero que parecían tan reales: un precioso ángel de cabellos broncíneos y ojos dorados mirándome dormir, cantándome al oído, en una habitación en la que nunca en mi vida había estado, una pequeña y hermosa chica con cabellos negros como el ébano y piel extremadamente blanca sonriéndome, yo parada frente al mostrador de una joyería con un collar de perlas grises en mis manos diciendo “a Esme le encantaría”, todos estos eran sueños que había tenido durante toda mi vida, pero que nunca había entendido, ni siquiera hoy cuándo por fin había conocido a ese precioso ángel que me cantaba en sueños entendía nada, y por último un dolor en mi mano derecha, quemando como el mismísimo infierno, y la voz de mi madre…”Natalíe, Natalíe”.
Entre a mi habitación, Berenice de inmediatamente acunó a la chica humana en sus brazos y se dirigió a la esquina de mi habitación, lo más alejada de mí, yo, aún cuando deseaba su sangre, luché con todas mis fuerzas por no acercarme y me tire al piso en cuanto crucé la puerta.
-“Edward...basta”- me rogó Berenice –“sé lo que deseas en este momento, no lo hagas por favor, no soportaría lastimarte y sabes bien que si decides dejar salir al monstruo que ruge en tu interior, preferiría mil veces sacrificar la vida de una humana a hacerte daño, no seré capaz de defenderla más..de defenderla de ti.”
-“Ah, si tan solo hubiera una forma” –fue lo único que pude decir.
-“La hay, siempre hay una forma” - me dijo ella en un tono desesperado, implorando.
En ese momento se escucharon unos pasos desde el pasillo, voces llenas de furia, segundos después alguien tocaba a la puerta impaciente.
-“ARGHH, ¿ACASO PODRÍAS SER MÁS IMBÉCIL?” – rugió Marco al otro lado de la puerta
-“Edward, vienen por la chica, la desea, no solo su sangre, desea matarla sin compasión”- me dijo Berenice sollozando sin lágrimas, era la primera vez que la veía tan asustada.
Mi concentración se rompió en ese momento, la sed, los sollozos de Berenice, las voces fúricas provenientes de fuera de la habitación, la respiración entrecortada de la chica que aun se encontraba inconsciente, y peor aún, el sonido de su corazón. Tapé mis oídos como si con eso pudiera acallar las voces pero era imposible, era como si me encontrara en un callejón sin salida donde todos y cada uno de los seres existentes en el planeta me gritaran al mismo tiempo.
-“¡SABEMOS QUE LA CHICA AÚN ES HUMANA EDWARD, PUEDO OLERLA DESDE AQUÍ!”- me gritó Aro
-“¡DIJISTE QUE PODIA HACER LO QUE QUISIERA CON ELLA!”- grité en respuesta, usando el aire que me quedaba- “HE DECIDIDO NO HACER NADA.”
-“¡TAL VEZ TU NO, PERO CONOCES LAS REGLAS, ELLA VIÓ DEMASIADO, SI TU NO ERES CAPAZ, NOSOTROS TERMINAREMOS EL TRABAJO…ABRE LA MALITA PUERTA!”- dijo Aro exasperado
Me disponía a decirle que no lo haría, que esta vez daría mi vida si fuera necesario para evitar el sufrimiento de aquella pobre humana, pero me quedé sin aire y tuve que respirar para poder articular las palabras… Esta vez fue peor, su esencia quemaba mi garganta como nunca antes, “¡al diablo!” –pensé- , sentí como mi mirada se tornaba negra, la mirada de un asesino. Estaba a punto de abalanzarme sobre la chica cuando escuché su grito de dolor, eso me hizo volver en mí y acto seguido vi los colmillos de Berenice enterrados en la muñeca derecha de la chica…
¿? POV
Sabía que estaba inconsciente, podía sentirme a mi misma sumiéndome en un sopor cada vez más profundo, en un abismo del cuál por más que luchaba por salir, me era imposible alcanzar el borde.
Mil imágenes pasaban por mi mente en segundos: mi madre, mi padre, el sobre con los boletos que me habían traído aquí, recuerdos de cuando era pequeña, corriendo por los jardines de mi casa, el aniversario de mis padres…y después, imágenes de momentos que nunca había experimentado pero que parecían tan reales: un precioso ángel de cabellos broncíneos y ojos dorados mirándome dormir, cantándome al oído, en una habitación en la que nunca en mi vida había estado, una pequeña y hermosa chica con cabellos negros como el ébano y piel extremadamente blanca sonriéndome, yo parada frente al mostrador de una joyería con un collar de perlas grises en mis manos diciendo “a Esme le encantaría”, todos estos eran sueños que había tenido durante toda mi vida, pero que nunca había entendido, ni siquiera hoy cuándo por fin había conocido a ese precioso ángel que me cantaba en sueños entendía nada, y por último un dolor en mi mano derecha, quemando como el mismísimo infierno, y la voz de mi madre…”Natalíe, Natalíe”.
Berenice Townsend- Cantidad de envíos : 4665
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Re: mas alla de la media noche!!!!
Capítulo 10: Pesadilla
Berenice soltó a la chica humana e instintivamente llevó hacia su rostro su mano, cubriendo su nariz y boca, pero ésta se encontraba cubierta por unas cuantas gotas de sangre. Pude ver en los ojos de Berenice crecer el frenesí que provocaba el olor de la sangre humana mezclado con su propia esencia sobre la palma de su mano.
-“Vete, estaré bien”- fue todo lo que le dije.
Mi autocontrol estaba regresando y ahora el dolor se transformaba en una combinación de lástima y culpa por el corazón de esa muchacha, el agonizante corazón de una próxima neófita.
Berenice se puso de pie y sacudió su cabeza para intentar enfocar su concentración. Dio un paso hacia la puerta pero de pronto se encontraba intercambiando rápidas miradas entre la puerta, la chica y yo, dudando, si lo mejor en verdad sería irse.
-“Estaré bien”- repetí –“ahora me es más fácil controlarme, no haré nada, lo prometo”.
Ella asintió con la cabeza.
-“Hablaré con los Volturi…les explicaré”- concluyó, mientras abría cautelosamente la puerta.
Los Volturi aún se encontraban fuera de la habitación pero no hicieron nada cuando Berenice salió; habían escuchado el grito de la chica y se encontraban desconcertados. Pude escuchar la duda y la desconfianza en sus mentes. Y también, por primera vez, escuché los pensamientos de Berenice. Se estaba concentrando en su don, leyendo las emociones y deseos de los Volturi, buscando la mejor manera de explicarles lo sucedido.
Me acerqué a la chica quien ahora se encontraba respirando de una forma más acelerada. No había cama, así que con mi ropa improvisé un pequeño lecho, donde la coloqué. Sabía que no serviría de nada, pero quería hacer más llevadero el inmenso dolor que seguramente estaba sintiendo.
Me senté a su lado y tomé su mano entre las mías, concentrándome en el cada vez más rápido latir de su corazón, en un patético intento por bloquear los pensamientos de los habitantes del castillo. Tantos años de concentración, rotos en un instante. Solo una esencia tan deliciosa y penetrante como la de la chica y la del amor de mi vida podían ejercer un poder así sobre mí.
Y eso precisamente era lo que hacía este nuevo dolor tan insoportable. Una presión en mi pecho me hacía imposible recuperarme, una presión que al tiempo que se iba apoderando de mí, hacía un hueco en mi interior, dejando una negra nada a su paso.
¿Porqué había venido esta chica?, ¿para restregarme en la cara lo inútil que había sido 20 años antes?, ¿para recordarme que yo no tenía derecho a sentir la más mínima felicidad? Aquella felicidad que se había desvanecido hacía dos décadas. Y por un momento odié a esa muchacha por recordármela tan vívida y dolorosamente, por traer su recuerdo consigo, por no ser Bella, pero parecerse tanto a ella.
Pero en instantes ese odio se desvaneció, ella menos que nadie tenía la culpa, Al contrario, si yo hubiera salvado a Bella 20 años atrás, probablemente ninguno de nosotros estaría aquí, yo era el único culpable, y posiblemente esa culpa era lo que ahora me tenía aquí, tomando su mano entre las mías, atándome con un nudo invisible a ella, esperando a que la transformación terminara.
Mi concentración se fortalecía poco a poco nuevamente, aunque esporádica e involuntariamente la voz mental de alguien irrumpía en mis pensamientos, siempre pensando las cosas más despectivas sobre mí. Los únicos pensamientos llenos de amabilidad y dolor, dolor por saberme sufriendo, eran los de Berenice.
Una de esas noches me encontraba sujetando la mano de la chica, concentrándome con los ojos cerrados en bloquear los pensamientos de los demás. Había sido un mal día y las voces habían estado corriendo sin cesar a cada momento sin darme descanso, cuando de repente una voz desconocida irrumpió en mi mente, era la de la chica a mi lado, y a pesar de que solo habían sido unos cortos segundos, puesto que deje de escuchar sus pensamientos cuando volvió a gritar de dolor, en una agonía inimaginable, este tiempo había bastado para darme cuenta de lo que pensaba, estaba teniendo una pesadilla…estaba soñando conmigo. Lo más extraño es que lo que soñaba no tenía ninguna relación con lo ocurrido en los últimos días, era un sueño donde aparecía en mi antiguo hogar de Forks, tocando el piano.
Una parte de mi quería soltarla y echarme a correr pero otra se encontraba totalmente desconcertada y hacía el nudo invisible entre nosotros aun más fuerte, probablemente por la intriga que seguía creciendo en mi interior, preguntándose quién era esta antes humana cuya mano se me hacía imposible soltar.
Hacia el amanecer del tercer día, pude sentir una ligera presión en mi mano, la chica estaba despertando. Rápidamente me prepare para esperar su reacción. Me disponía a ponerme de pie cuando la mano me detuvo…
-“Arghhh…” – la chica me había apretado con demasiada fuerza esta vez.
En ese instante me encontré sumido en unos enormes ojos color carmín, el recuerdo de los ojos chocolates que habían estado en su lugar hacia tres días me hacían sentir mal.
-“Tranquila, no te haré daño” – dije tratando de zafarme de la mano de la muchacha, seguramente por eso me había estrujado la mano, tenía miedo y me disponía a ir por Berenice quien seguramente la ayudaría más en esta situación.
-“No, por favor” – me respondió la chica, haciendo una mueca de desconcierto al oír u propia voz, observándome con sus infinitos ojos, con una nota de plegaria en su frase – “quédate…”
Sólo me limité a asentir con la cabeza y me senté nuevamente a su lado, nos quedamos ahí en silencio viéndonos el uno al otro sin parpadear por lo que parecieron horas, hasta que alguien tocó en la puerta.
-“¿Todo está bien?” – preguntó Aro tras la puerta momentos después, antes de entrar seguido por Renata y Berenice, seguramente Aro temía por su seguridad ante una neófita sedienta y por eso había traído su escudo consigo.
-“Si” – me limite a decir mientras me ponía de pie y me dirigía a la salida –“me imagino que tu querrás explicarle las reglas personalmente Aro, así que los dejo solos” – y salí de mi habitación.
Me dirigía a los jardines pensando en todo lo que acababa de ocurrir, analizando y dándole vueltas a la situación en cada ángulo posible, pero seguía sin comprender del todo, tal vez esta chica tenía algún don como el de Aro y al estar tocando mi mano toda la noche, había hecho suyos esos recuerdos que solo nos habían pertenecido a Bella y a mí, o tal vez había sido enviada por alguien, pero la imagen en su mente era demasiado vívida como para que alguien le hubiera contado nuestra historia, los detalles en la imagen eran tan claros que parecía que ella misma los hubiera visto…o vivido.
Berenice soltó a la chica humana e instintivamente llevó hacia su rostro su mano, cubriendo su nariz y boca, pero ésta se encontraba cubierta por unas cuantas gotas de sangre. Pude ver en los ojos de Berenice crecer el frenesí que provocaba el olor de la sangre humana mezclado con su propia esencia sobre la palma de su mano.
-“Vete, estaré bien”- fue todo lo que le dije.
Mi autocontrol estaba regresando y ahora el dolor se transformaba en una combinación de lástima y culpa por el corazón de esa muchacha, el agonizante corazón de una próxima neófita.
Berenice se puso de pie y sacudió su cabeza para intentar enfocar su concentración. Dio un paso hacia la puerta pero de pronto se encontraba intercambiando rápidas miradas entre la puerta, la chica y yo, dudando, si lo mejor en verdad sería irse.
-“Estaré bien”- repetí –“ahora me es más fácil controlarme, no haré nada, lo prometo”.
Ella asintió con la cabeza.
-“Hablaré con los Volturi…les explicaré”- concluyó, mientras abría cautelosamente la puerta.
Los Volturi aún se encontraban fuera de la habitación pero no hicieron nada cuando Berenice salió; habían escuchado el grito de la chica y se encontraban desconcertados. Pude escuchar la duda y la desconfianza en sus mentes. Y también, por primera vez, escuché los pensamientos de Berenice. Se estaba concentrando en su don, leyendo las emociones y deseos de los Volturi, buscando la mejor manera de explicarles lo sucedido.
Me acerqué a la chica quien ahora se encontraba respirando de una forma más acelerada. No había cama, así que con mi ropa improvisé un pequeño lecho, donde la coloqué. Sabía que no serviría de nada, pero quería hacer más llevadero el inmenso dolor que seguramente estaba sintiendo.
Me senté a su lado y tomé su mano entre las mías, concentrándome en el cada vez más rápido latir de su corazón, en un patético intento por bloquear los pensamientos de los habitantes del castillo. Tantos años de concentración, rotos en un instante. Solo una esencia tan deliciosa y penetrante como la de la chica y la del amor de mi vida podían ejercer un poder así sobre mí.
Y eso precisamente era lo que hacía este nuevo dolor tan insoportable. Una presión en mi pecho me hacía imposible recuperarme, una presión que al tiempo que se iba apoderando de mí, hacía un hueco en mi interior, dejando una negra nada a su paso.
¿Porqué había venido esta chica?, ¿para restregarme en la cara lo inútil que había sido 20 años antes?, ¿para recordarme que yo no tenía derecho a sentir la más mínima felicidad? Aquella felicidad que se había desvanecido hacía dos décadas. Y por un momento odié a esa muchacha por recordármela tan vívida y dolorosamente, por traer su recuerdo consigo, por no ser Bella, pero parecerse tanto a ella.
Pero en instantes ese odio se desvaneció, ella menos que nadie tenía la culpa, Al contrario, si yo hubiera salvado a Bella 20 años atrás, probablemente ninguno de nosotros estaría aquí, yo era el único culpable, y posiblemente esa culpa era lo que ahora me tenía aquí, tomando su mano entre las mías, atándome con un nudo invisible a ella, esperando a que la transformación terminara.
Mi concentración se fortalecía poco a poco nuevamente, aunque esporádica e involuntariamente la voz mental de alguien irrumpía en mis pensamientos, siempre pensando las cosas más despectivas sobre mí. Los únicos pensamientos llenos de amabilidad y dolor, dolor por saberme sufriendo, eran los de Berenice.
Una de esas noches me encontraba sujetando la mano de la chica, concentrándome con los ojos cerrados en bloquear los pensamientos de los demás. Había sido un mal día y las voces habían estado corriendo sin cesar a cada momento sin darme descanso, cuando de repente una voz desconocida irrumpió en mi mente, era la de la chica a mi lado, y a pesar de que solo habían sido unos cortos segundos, puesto que deje de escuchar sus pensamientos cuando volvió a gritar de dolor, en una agonía inimaginable, este tiempo había bastado para darme cuenta de lo que pensaba, estaba teniendo una pesadilla…estaba soñando conmigo. Lo más extraño es que lo que soñaba no tenía ninguna relación con lo ocurrido en los últimos días, era un sueño donde aparecía en mi antiguo hogar de Forks, tocando el piano.
Una parte de mi quería soltarla y echarme a correr pero otra se encontraba totalmente desconcertada y hacía el nudo invisible entre nosotros aun más fuerte, probablemente por la intriga que seguía creciendo en mi interior, preguntándose quién era esta antes humana cuya mano se me hacía imposible soltar.
Hacia el amanecer del tercer día, pude sentir una ligera presión en mi mano, la chica estaba despertando. Rápidamente me prepare para esperar su reacción. Me disponía a ponerme de pie cuando la mano me detuvo…
-“Arghhh…” – la chica me había apretado con demasiada fuerza esta vez.
En ese instante me encontré sumido en unos enormes ojos color carmín, el recuerdo de los ojos chocolates que habían estado en su lugar hacia tres días me hacían sentir mal.
-“Tranquila, no te haré daño” – dije tratando de zafarme de la mano de la muchacha, seguramente por eso me había estrujado la mano, tenía miedo y me disponía a ir por Berenice quien seguramente la ayudaría más en esta situación.
-“No, por favor” – me respondió la chica, haciendo una mueca de desconcierto al oír u propia voz, observándome con sus infinitos ojos, con una nota de plegaria en su frase – “quédate…”
Sólo me limité a asentir con la cabeza y me senté nuevamente a su lado, nos quedamos ahí en silencio viéndonos el uno al otro sin parpadear por lo que parecieron horas, hasta que alguien tocó en la puerta.
-“¿Todo está bien?” – preguntó Aro tras la puerta momentos después, antes de entrar seguido por Renata y Berenice, seguramente Aro temía por su seguridad ante una neófita sedienta y por eso había traído su escudo consigo.
-“Si” – me limite a decir mientras me ponía de pie y me dirigía a la salida –“me imagino que tu querrás explicarle las reglas personalmente Aro, así que los dejo solos” – y salí de mi habitación.
Me dirigía a los jardines pensando en todo lo que acababa de ocurrir, analizando y dándole vueltas a la situación en cada ángulo posible, pero seguía sin comprender del todo, tal vez esta chica tenía algún don como el de Aro y al estar tocando mi mano toda la noche, había hecho suyos esos recuerdos que solo nos habían pertenecido a Bella y a mí, o tal vez había sido enviada por alguien, pero la imagen en su mente era demasiado vívida como para que alguien le hubiera contado nuestra historia, los detalles en la imagen eran tan claros que parecía que ella misma los hubiera visto…o vivido.
Berenice Townsend- Cantidad de envíos : 4665
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Re: mas alla de la media noche!!!!
Capítulo 11: Indiferencia
Después de estar caminando de un lado a otro me dejé caer en el pasto (últimamente mis reacciones parecían tan humanos que en otras circunstancias no hubiera tenido que esforzarme fingiendo ser humano, sino que hubiera pasado por uno de una forma enfermizamente natural). Como no había ninguna señal que me dijera que desconfiara de la neófita, pero tampoco ninguna que me dijera que era una buena persona, tome una decisión un tanto grosera y radical, de cualquier forma, seguramente después de conocer las reglas se iría pronto y no volveríamos a verla.
De pronto escuché unos pasos tras de mí, me gire y me encontré con Berenice, claro quien más que esa dulce mujer podría o querría estar con un monstruo como yo, después de todo ella no hubiera tenido que transformar a la chica si no hubiera sido por mí.
-“Vengo a decirte que todo está perfecto, al parecer ella ha entendido todo. Aro se aseguro de remarcarle todos los aspectos de…importancia” – al pronunciar esto último la voz de Berenice se endureció y bajo la mirada, en ese momento pude ver en los pensamientos de Berenice (mi concentración no se encontraba del todo repuesta) a Aro explicándole a la muchacha los beneficios de seguir una dieta “normal”, como él lo llamaba, una dieta a base de sangre humana.
-“No te preocupe”- me dijo Berenice como si pudiera adivinar mis pensamientos – “me asegure de hacerle saber los beneficios de ser vegetariano y quedo encantada con la idea, bueno si eso es posible, venía a ver si querías acompañarnos a cazar.”
-“¿A cazar?” –pregunté – “¡ah, claro!, seguramente Aro quiere que sacie su sed antes de que se vaya ¿cierto?
-“De hecho Edward, por algún extraña razón…ella no quiere irse”
-“¿Cómo?, ¿pero qué clase de ser se condenaría en sus cinco sentidos a una vida aquí?, debe de estar totalmente loca” – dije elevando mi voz unas cuantas octavas, esta chica no dejaba de sorprenderme hasta que de pronto me di cuenta del error que acaba de cometer al hacer ese comentario.
“Edward, yo estoy aquí” – pensó Berenice con la mirada baja –“y no estoy loca, solo…”
-“perdóname Berenice, tu sabes a lo que me refería, yo…”- me apresuré a disculparme pero ella no me dejo terminar.
-“Déjalo. Me voy de caza”- me dijo Berenice antes de irse sin dejarme terminar la oración.
Los días siguientes estuve evadiendo a la chica, no quería involucrarme más con ella, una parte de mi estaba aterrado, ya no soportaba más sorpresas, y el solo tratar de imaginar los extraños motivos por los que ella estaba en el castillo me hacía demasiado daño, me agotaba mentalmente y me llevaba a un callejón sin salido donde terminaba siempre solo con mis teorías y mi frustración.
Berenice se la pasaba con la muchacha, en un intento de protegerla del veneno verbal y físico que cualquiera de los Volturis pudieran querer derramar sobre ella, por lo que no encontré oportunidad para disculparme con ella, me dolía que estuviéramos distanciados, pero tampoco me permitía el pedirle que se alejara de la chica para estar conmigo como antes, sería demasiado injusto, después de todo, no era lo mismo tener una compañía femenina para ninguna de las dos que estar conmigo, además la nueva vampiresa, cuyo nombre poco después me enteré por los pensamientos de Jane que se llamaba Natalíe, quedaría demasiado vulnerable ante los continuos ataques de parte la familia real.
Una tarde, entré a mi cuarto y me encontré con una Berenice enfurecida, dando golpes en las paredes y gritando palabras que nunca había oído salir de su boca, al principio creí que se encontraba molesta por lo de aquella vez en el jardín, pero al pronto me di cuenta que sus pensamientos solo estaban enfocados en una imagen…la cara de Natalíe.
-“Berenice, ¿qué…qué paso?, ¿está todo bien?, ¿qué paso con Natalíe?”
-“¡NO TE ATREVAS A NOMBRARLA EDWARD, NO SOPORTO ESCUCHAR QUE TU PRECISAMENTE PRONUNCIES SU NOMBRE, SIMPLEMENTE ES DEMASIADO!”
-“Pero, ¿de que me hablas, te hizo algo?” – pregunté seriamente sin poder evitar cerrar mis puños, Berenice no había hecho nada más que hacer sentir cómoda a Natalíe y si esta ultima le había hecho algo…
-“DIME EDWARD, ¿QUÉ DEMONIOS PIENSAS DE ELLA?, ¿QUÉ PENSARIAS SI UNA MAÑANA ELLA YA NO ESTUVIERA AQUÍ?” – la mirada de Berenice era casi irreconocible, verdaderamente nunca la había conocido en esta faceta. Una vez me dijo que su naturaleza constantemente cambiante la orillaba por momentos, muy esporádicos, ha llevar su carácter a extremos inimaginables, pero nunca me lo había imaginado asi, incluso sentí algo de miedo.
-“Berenice, nada puede ser tan malo…”
-“¿QUÉ NADA PUEDE SER TAN MALO?, TU NO ENTIENDES EDWARD, AL PRINCIPIO NI YO MISMA COMPRENDIA, PENSE QUE SOLO SE QUEDABA EN EL CASTILLO POR MIEDO AL MUNDO EXTERIOR, Y…Y CUANDO PREGUNTABA POR TI, ME IMAGINABA QUE SOLO ERA GRATITUD, DESPUÉS DE TODO FUE A TI AL QUE PRIMERO VIO CUANDO DESPERTÓ, PERO HOY…. ARGH!!!!” – Berenice golpeó la pared de mi habitación, con tanta fuerza que por primera vez esas paredes impenetrables, aquélla fortaleza indestructible parecía un simple cubo de azúcar, cuando el puño de Berenice quedó grabado en la pared.
Me limité a observarla y esperar a que continuara por su propia cuenta, después de unos minutos continuó-“ESTABAMOS RECORRIENDO LOS PASILLOS DEL CASTILLO, CUANDO PASAMOS FUERA DE LA BIBLIOTECA DONDE TE VIMOS SENTADO LEYENDO UN LIBRO, DE PRONTO ELLA COMENZO A MIRARTE DE UNA FORMA TAN...TAN… ¡AH, ES INDESCRIPTIBLE!, LA FORMA EN QUE COMENZO A PENSAR EN TI, LO QUE COMENZO A SENTIR, FUE TAN FUERTE QUE MI DON COMENZÓ A TRABAJAR POR SI SOLO, AUN CONTRA MI VOLUNTAD Y ENTONCES LO SUPE EDWARD, SUPE LO QUE ESA INMUNDA NEÓFITA QUERIA…TE QUIERE A TI POR SOBRE TODAS LAS COSAS, ELLA, ELLA DESEA ESTAR CONTIGO SIN IMPORTAR LO QUE PASE”
Después de estar caminando de un lado a otro me dejé caer en el pasto (últimamente mis reacciones parecían tan humanos que en otras circunstancias no hubiera tenido que esforzarme fingiendo ser humano, sino que hubiera pasado por uno de una forma enfermizamente natural). Como no había ninguna señal que me dijera que desconfiara de la neófita, pero tampoco ninguna que me dijera que era una buena persona, tome una decisión un tanto grosera y radical, de cualquier forma, seguramente después de conocer las reglas se iría pronto y no volveríamos a verla.
De pronto escuché unos pasos tras de mí, me gire y me encontré con Berenice, claro quien más que esa dulce mujer podría o querría estar con un monstruo como yo, después de todo ella no hubiera tenido que transformar a la chica si no hubiera sido por mí.
-“Vengo a decirte que todo está perfecto, al parecer ella ha entendido todo. Aro se aseguro de remarcarle todos los aspectos de…importancia” – al pronunciar esto último la voz de Berenice se endureció y bajo la mirada, en ese momento pude ver en los pensamientos de Berenice (mi concentración no se encontraba del todo repuesta) a Aro explicándole a la muchacha los beneficios de seguir una dieta “normal”, como él lo llamaba, una dieta a base de sangre humana.
-“No te preocupe”- me dijo Berenice como si pudiera adivinar mis pensamientos – “me asegure de hacerle saber los beneficios de ser vegetariano y quedo encantada con la idea, bueno si eso es posible, venía a ver si querías acompañarnos a cazar.”
-“¿A cazar?” –pregunté – “¡ah, claro!, seguramente Aro quiere que sacie su sed antes de que se vaya ¿cierto?
-“De hecho Edward, por algún extraña razón…ella no quiere irse”
-“¿Cómo?, ¿pero qué clase de ser se condenaría en sus cinco sentidos a una vida aquí?, debe de estar totalmente loca” – dije elevando mi voz unas cuantas octavas, esta chica no dejaba de sorprenderme hasta que de pronto me di cuenta del error que acaba de cometer al hacer ese comentario.
“Edward, yo estoy aquí” – pensó Berenice con la mirada baja –“y no estoy loca, solo…”
-“perdóname Berenice, tu sabes a lo que me refería, yo…”- me apresuré a disculparme pero ella no me dejo terminar.
-“Déjalo. Me voy de caza”- me dijo Berenice antes de irse sin dejarme terminar la oración.
Los días siguientes estuve evadiendo a la chica, no quería involucrarme más con ella, una parte de mi estaba aterrado, ya no soportaba más sorpresas, y el solo tratar de imaginar los extraños motivos por los que ella estaba en el castillo me hacía demasiado daño, me agotaba mentalmente y me llevaba a un callejón sin salido donde terminaba siempre solo con mis teorías y mi frustración.
Berenice se la pasaba con la muchacha, en un intento de protegerla del veneno verbal y físico que cualquiera de los Volturis pudieran querer derramar sobre ella, por lo que no encontré oportunidad para disculparme con ella, me dolía que estuviéramos distanciados, pero tampoco me permitía el pedirle que se alejara de la chica para estar conmigo como antes, sería demasiado injusto, después de todo, no era lo mismo tener una compañía femenina para ninguna de las dos que estar conmigo, además la nueva vampiresa, cuyo nombre poco después me enteré por los pensamientos de Jane que se llamaba Natalíe, quedaría demasiado vulnerable ante los continuos ataques de parte la familia real.
Una tarde, entré a mi cuarto y me encontré con una Berenice enfurecida, dando golpes en las paredes y gritando palabras que nunca había oído salir de su boca, al principio creí que se encontraba molesta por lo de aquella vez en el jardín, pero al pronto me di cuenta que sus pensamientos solo estaban enfocados en una imagen…la cara de Natalíe.
-“Berenice, ¿qué…qué paso?, ¿está todo bien?, ¿qué paso con Natalíe?”
-“¡NO TE ATREVAS A NOMBRARLA EDWARD, NO SOPORTO ESCUCHAR QUE TU PRECISAMENTE PRONUNCIES SU NOMBRE, SIMPLEMENTE ES DEMASIADO!”
-“Pero, ¿de que me hablas, te hizo algo?” – pregunté seriamente sin poder evitar cerrar mis puños, Berenice no había hecho nada más que hacer sentir cómoda a Natalíe y si esta ultima le había hecho algo…
-“DIME EDWARD, ¿QUÉ DEMONIOS PIENSAS DE ELLA?, ¿QUÉ PENSARIAS SI UNA MAÑANA ELLA YA NO ESTUVIERA AQUÍ?” – la mirada de Berenice era casi irreconocible, verdaderamente nunca la había conocido en esta faceta. Una vez me dijo que su naturaleza constantemente cambiante la orillaba por momentos, muy esporádicos, ha llevar su carácter a extremos inimaginables, pero nunca me lo había imaginado asi, incluso sentí algo de miedo.
-“Berenice, nada puede ser tan malo…”
-“¿QUÉ NADA PUEDE SER TAN MALO?, TU NO ENTIENDES EDWARD, AL PRINCIPIO NI YO MISMA COMPRENDIA, PENSE QUE SOLO SE QUEDABA EN EL CASTILLO POR MIEDO AL MUNDO EXTERIOR, Y…Y CUANDO PREGUNTABA POR TI, ME IMAGINABA QUE SOLO ERA GRATITUD, DESPUÉS DE TODO FUE A TI AL QUE PRIMERO VIO CUANDO DESPERTÓ, PERO HOY…. ARGH!!!!” – Berenice golpeó la pared de mi habitación, con tanta fuerza que por primera vez esas paredes impenetrables, aquélla fortaleza indestructible parecía un simple cubo de azúcar, cuando el puño de Berenice quedó grabado en la pared.
Me limité a observarla y esperar a que continuara por su propia cuenta, después de unos minutos continuó-“ESTABAMOS RECORRIENDO LOS PASILLOS DEL CASTILLO, CUANDO PASAMOS FUERA DE LA BIBLIOTECA DONDE TE VIMOS SENTADO LEYENDO UN LIBRO, DE PRONTO ELLA COMENZO A MIRARTE DE UNA FORMA TAN...TAN… ¡AH, ES INDESCRIPTIBLE!, LA FORMA EN QUE COMENZO A PENSAR EN TI, LO QUE COMENZO A SENTIR, FUE TAN FUERTE QUE MI DON COMENZÓ A TRABAJAR POR SI SOLO, AUN CONTRA MI VOLUNTAD Y ENTONCES LO SUPE EDWARD, SUPE LO QUE ESA INMUNDA NEÓFITA QUERIA…TE QUIERE A TI POR SOBRE TODAS LAS COSAS, ELLA, ELLA DESEA ESTAR CONTIGO SIN IMPORTAR LO QUE PASE”
Berenice Townsend- Cantidad de envíos : 4665
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Fecha de inscripción : 02/03/2009
Re: mas alla de la media noche!!!!
aaaaaaaaaaaaa!
Es bella? esa chica tiene algo de bella? aaaaaaaaa!
XD necesito más, por favor *O* nos debes más que tres capitulos xD
aaaaaaa! XD más más más más!
Es bella? esa chica tiene algo de bella? aaaaaaaaa!
XD necesito más, por favor *O* nos debes más que tres capitulos xD
aaaaaaa! XD más más más más!
Bella Swan- Cantidad de envíos : 3741
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Re: mas alla de la media noche!!!!
oko perdon por la demora, pero como les dije este aun no esta terminado, asi que si me tardo es por ke esta en proceso de elaboracion jajajaja
los amo!!!!!! xoxoxoxoxo
Capítulo 12: Mensaje viviente.
-“Contesta Natalíe, ¿lo que me dijo Berenice es cierto?” – Natalíe me miraba asustada desde el otro extremo de su habitación, sin saber qué responder, pero eso no era necesario, su mente me gritaba todo, gritaba la enorme fascinación que sentía por mí.
Después de lo que Berenice me había contado la tranquilice y convencí de que fuera a cazar, con la promesa de que todo se solucionaría, aproveché los momentos que tuve en su ausencia para ir a encarar a Natalíe, necesitaba respuestas y ya no estaba dispuesto a soportar la frustración por la curiosidad insatisfecha ni un segundo más.
-“Edward yo...” – me dijo la chica, rogándome con su mirada que no le hablara en ese tono y comenzó a hablar a una velocidad impresionante, usando sus manos para explicarse desesperada–“yo no pretendía que esto me pasara, pero esos boletos llegaron a mis manos, y yo no podía desaprovechar la oportunidad, además yo confiaba en Alice y llegue aquí y entre y…”
-“espera” – la detuve –“¿Alice? ¿De quién hablas? ”
-“de mi mejor amiga, ella…”
-“Natalíe, sé que me comportado extremadamente mal contigo, pero debes entender que hay cosas en mi pasado que me atormentan y tu presencia aquí me desconcierta mucho, simplemente hay cosa que no entiendo. Natalíe…quiero, no, necesito que me digas que hacías aquí esa noche en que Berenice te transformó”
Tome a Natalíe del brazo y me senté junto a ella en el piso, rogándole que me explicara. Ella tomo aire y comenzó…
-“Edward, yo era estudiante en Northtumberland, al norte de Inglaterra con mis padres, estudiaba la preparatoria. El último semestre llegaron el doctor Carlisle y sus hijos quienes se inscribieron en el colegio, rápidamente me hice muy amiga de Alice, llegué a tenerle una gran confianza” – la chica bajo la mirada – “Edward pensaras que estoy loca, lo sé, pero desde que tengo memoria…sueño contigo. Lo que no entiendo es por que cuando se lo conté a Alice ella se emociono tanto y dijo que ahora entendía porque mi olor le resultaba familiar, ella no quiso explicarme más. Llegaron las vacaciones y Alice y su familia se fueron a Alaska a visitar familia lejana según entendí, pero una mañana había en mi buzón unos boletos para venir a Volterra, con la frase: “empieza en el Palazzo de priori, sigue a tu corazón”, estaban pagados por el Dr. Carlisle y la nota firmada por Alice. Al principio no supe que pensar, pensé en devolverlos pero cuando le mande un mensaje de texto a Alice diciéndole esto, dijo que si los devolvía pasaría un mes de compras diarias con ella, ahora veo lo infantil que eso suena a comparación de lo que me pasó aquí, conozco a Alice y sé que todo lo que hace tienen un propósito, como si supiera que va a suceder. Así que después de conversarlo con mis padres, decidí venir, después de todo, yo confiaba en los Cullen…” – Natalíe se paro de golpe y camino hacia la ventana – “ahora me preguntó si debí confiar tanto en ellos, si Alice sabia lo que me pasaría y me envió al matadero”
Una parte de mi estaba sumamente confundida, oír sobre mi hermana y mi padre, pero no, Alice nunca habría mandado aquí a esa chica si supiera que algo malo le sucedería…
-“no desconfíes, mi hermana nunca te haría algo así”
-“¿tu…hermana?” – pregunto Natalíe, girándose para encararme
-“Natalíe, ellos son mi familia, yo estoy aquí purgando una condena maldita por haber amado a quien no debía” – dije cerrando los ojos.
-“supongo que ahora comprendo…Alice me dijo antes de irse que cuando encontrara a la persona correcta le dijera que yo era el pasado y el futuro, que mi destino estaba irremediablemente atado al de él…Edward, ¿tú sabes lo que Alice quiso decir?”
Al oír a Natalíe decir estas palabras mi muerto corazón me dio un vuelco, ¿acaso estaba entendiendo bien?, necesitaba hablar con Alice, entender y sin embargo no quería separarme de Natalíe, no ahora, en que sentía una ola de sentimientos tan fuerte cruzando mi pecho, pero no podía ser, yo solo había amado una vez en la vida y nada más, era imposible que esta chica fuera…no. ¡NO!.
Necesitaba salir de ahí a como diera lugar, con más fuerza que nunca estaba decidido a irme de ahí, a encontrar a mi familia, a preguntarle a Alice qué es lo que había querido decirme enviándome a la chica, agradecía a Natalíe y me fui a mi habitación.
Esa noche cuando el castillo estuviera en tinieblas iría a dar un paseo con Berenice a los jardines, como siempre, ella me ayudaría y se quedaría aquí para conseguirme tiempo, lo difícil serian los guardias pero esta vez nada me detendría, me iría de aquí…me iría con Natalíe.
Le pedí a Natalie que me esperara oculta en los jardines, Bernice no tendría que entrarse de esta parte del plan o se negaría rotundamente, ella asintió sin preguntar mas, en ese momento supe que me seguiría a donde fuera.
Al atardecer le pedí a Berenice que me acompañara a dar un paseo comencé a decirle que le había pedido a Natalie que se alejara de mi lo cual la hizo sentirse tranquila, se aferro a mi cuello y me agradeció, yo la separe de mi de la forma mas caballerosa que pude, temía que Berenice hubiera malinterpretado mi amistad todo este tiempo. Nos alejamos lo suficiente, pero me aterraba pensar que hubiera alguien del castillo escuchando, así que en una medida desesperadamente infantil tome una libreta de mi bolsillo y escribí a Bernice que solo leyera lo que escribía en silencio, que me diera sus respuestas mentalmente y yo las sabría, ella asintió con la cabeza.
Le escribí a Berenice la parte de mi plan en la que necesitaba que me ayudara y ella acepto gustosa, aunque quería ir conmigo, yo le pedí que se quedara para conseguirme más tiempo y que luego nos encontraríamos en Rio de Janeiro, odiaba mentirle a aquella vampiresa que había significado tanto para mí, pero el solo pensar que Aro podía tocarla y saber mi verdadero destino era un obstáculo, no quería pensar que podían llegarle a hacer a Berenice si se enteraban que ella me había ayudado, pero ella era fuerte y sabría defenderse.
los amo!!!!!! xoxoxoxoxo
Capítulo 12: Mensaje viviente.
-“Contesta Natalíe, ¿lo que me dijo Berenice es cierto?” – Natalíe me miraba asustada desde el otro extremo de su habitación, sin saber qué responder, pero eso no era necesario, su mente me gritaba todo, gritaba la enorme fascinación que sentía por mí.
Después de lo que Berenice me había contado la tranquilice y convencí de que fuera a cazar, con la promesa de que todo se solucionaría, aproveché los momentos que tuve en su ausencia para ir a encarar a Natalíe, necesitaba respuestas y ya no estaba dispuesto a soportar la frustración por la curiosidad insatisfecha ni un segundo más.
-“Edward yo...” – me dijo la chica, rogándome con su mirada que no le hablara en ese tono y comenzó a hablar a una velocidad impresionante, usando sus manos para explicarse desesperada–“yo no pretendía que esto me pasara, pero esos boletos llegaron a mis manos, y yo no podía desaprovechar la oportunidad, además yo confiaba en Alice y llegue aquí y entre y…”
-“espera” – la detuve –“¿Alice? ¿De quién hablas? ”
-“de mi mejor amiga, ella…”
-“Natalíe, sé que me comportado extremadamente mal contigo, pero debes entender que hay cosas en mi pasado que me atormentan y tu presencia aquí me desconcierta mucho, simplemente hay cosa que no entiendo. Natalíe…quiero, no, necesito que me digas que hacías aquí esa noche en que Berenice te transformó”
Tome a Natalíe del brazo y me senté junto a ella en el piso, rogándole que me explicara. Ella tomo aire y comenzó…
-“Edward, yo era estudiante en Northtumberland, al norte de Inglaterra con mis padres, estudiaba la preparatoria. El último semestre llegaron el doctor Carlisle y sus hijos quienes se inscribieron en el colegio, rápidamente me hice muy amiga de Alice, llegué a tenerle una gran confianza” – la chica bajo la mirada – “Edward pensaras que estoy loca, lo sé, pero desde que tengo memoria…sueño contigo. Lo que no entiendo es por que cuando se lo conté a Alice ella se emociono tanto y dijo que ahora entendía porque mi olor le resultaba familiar, ella no quiso explicarme más. Llegaron las vacaciones y Alice y su familia se fueron a Alaska a visitar familia lejana según entendí, pero una mañana había en mi buzón unos boletos para venir a Volterra, con la frase: “empieza en el Palazzo de priori, sigue a tu corazón”, estaban pagados por el Dr. Carlisle y la nota firmada por Alice. Al principio no supe que pensar, pensé en devolverlos pero cuando le mande un mensaje de texto a Alice diciéndole esto, dijo que si los devolvía pasaría un mes de compras diarias con ella, ahora veo lo infantil que eso suena a comparación de lo que me pasó aquí, conozco a Alice y sé que todo lo que hace tienen un propósito, como si supiera que va a suceder. Así que después de conversarlo con mis padres, decidí venir, después de todo, yo confiaba en los Cullen…” – Natalíe se paro de golpe y camino hacia la ventana – “ahora me preguntó si debí confiar tanto en ellos, si Alice sabia lo que me pasaría y me envió al matadero”
Una parte de mi estaba sumamente confundida, oír sobre mi hermana y mi padre, pero no, Alice nunca habría mandado aquí a esa chica si supiera que algo malo le sucedería…
-“no desconfíes, mi hermana nunca te haría algo así”
-“¿tu…hermana?” – pregunto Natalíe, girándose para encararme
-“Natalíe, ellos son mi familia, yo estoy aquí purgando una condena maldita por haber amado a quien no debía” – dije cerrando los ojos.
-“supongo que ahora comprendo…Alice me dijo antes de irse que cuando encontrara a la persona correcta le dijera que yo era el pasado y el futuro, que mi destino estaba irremediablemente atado al de él…Edward, ¿tú sabes lo que Alice quiso decir?”
Al oír a Natalíe decir estas palabras mi muerto corazón me dio un vuelco, ¿acaso estaba entendiendo bien?, necesitaba hablar con Alice, entender y sin embargo no quería separarme de Natalíe, no ahora, en que sentía una ola de sentimientos tan fuerte cruzando mi pecho, pero no podía ser, yo solo había amado una vez en la vida y nada más, era imposible que esta chica fuera…no. ¡NO!.
Necesitaba salir de ahí a como diera lugar, con más fuerza que nunca estaba decidido a irme de ahí, a encontrar a mi familia, a preguntarle a Alice qué es lo que había querido decirme enviándome a la chica, agradecía a Natalíe y me fui a mi habitación.
Esa noche cuando el castillo estuviera en tinieblas iría a dar un paseo con Berenice a los jardines, como siempre, ella me ayudaría y se quedaría aquí para conseguirme tiempo, lo difícil serian los guardias pero esta vez nada me detendría, me iría de aquí…me iría con Natalíe.
Le pedí a Natalie que me esperara oculta en los jardines, Bernice no tendría que entrarse de esta parte del plan o se negaría rotundamente, ella asintió sin preguntar mas, en ese momento supe que me seguiría a donde fuera.
Al atardecer le pedí a Berenice que me acompañara a dar un paseo comencé a decirle que le había pedido a Natalie que se alejara de mi lo cual la hizo sentirse tranquila, se aferro a mi cuello y me agradeció, yo la separe de mi de la forma mas caballerosa que pude, temía que Berenice hubiera malinterpretado mi amistad todo este tiempo. Nos alejamos lo suficiente, pero me aterraba pensar que hubiera alguien del castillo escuchando, así que en una medida desesperadamente infantil tome una libreta de mi bolsillo y escribí a Bernice que solo leyera lo que escribía en silencio, que me diera sus respuestas mentalmente y yo las sabría, ella asintió con la cabeza.
Le escribí a Berenice la parte de mi plan en la que necesitaba que me ayudara y ella acepto gustosa, aunque quería ir conmigo, yo le pedí que se quedara para conseguirme más tiempo y que luego nos encontraríamos en Rio de Janeiro, odiaba mentirle a aquella vampiresa que había significado tanto para mí, pero el solo pensar que Aro podía tocarla y saber mi verdadero destino era un obstáculo, no quería pensar que podían llegarle a hacer a Berenice si se enteraban que ella me había ayudado, pero ella era fuerte y sabría defenderse.
Berenice Townsend- Cantidad de envíos : 4665
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Fecha de inscripción : 02/03/2009
Re: mas alla de la media noche!!!!
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!
Necesito más T____________T
No vivo sin un capitulo más, porfavor! xD
Está buenisimo!
Necesito más T____________T
No vivo sin un capitulo más, porfavor! xD
Está buenisimo!
Bella Swan- Cantidad de envíos : 3741
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Fecha de inscripción : 02/02/2009
Re: mas alla de la media noche!!!!
Maaaaaaaaaaaaaaaaaás! XD
Bella Swan- Cantidad de envíos : 3741
Edad : 31
Localización : adsadalandia
Fecha de inscripción : 02/02/2009
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